Los políticos son víctimas o sujetos del más severo escrutinio público que pueda tener algún oficio, sin las ventajas que tienen cantantes, deportistas y actores cuyo éxito se mide por sus ganancias, porque ellos (los políticos) si tienen algún dinero pasan a ser sospechosos de haberlo conseguido de manera ilegal o al menos inmoral.
Y no es que exista una saña visceral en su contra, simplemente que ellos están predestinados a la desilusión porque en su camino hacia el triunfo van dejando promesas que no pueden cumplir y a la larga son victimas lógicas del desencanto popular. Esta triste realidad la han vivido la gran mayoría de políticos exitosos , quienes luego de abandonar el Poder son expuestos a miles de cuestionamientos, razonados o simplemente emotivos, y la única manera de cómo algunos han podido escapar a estos ciclos es con la muerte súbita que los convierte en leyenda, algo en verdad extraño o poco común porque por lo general los políticos son extremadamente longevos y poseedores del secreto de la eterna juventud porque a los sesenta, setenta e incluso los ochenta y mas andan finitos y con una salud envidiable porque ni siquiera gripe les da, cosa explicable debido a que nunca se jubilan, siempre andan con un nuevo proyecto y por ello generan gran cantidad de hormonas longa evitas que los mantienen siempre jóvenes sin importar el tiempo.
No existe un manual que indique como surge un político ni cuál es la mejor profesión o actividad que le sirva de base. Lo cierto es que ellos aparecen de pronto, se instalan como figuras públicas, hablan y disertan sobre diferentes temas, denuncian y luchan por algún problema y así, al poco tiempo se convierten en personas elegibles para cualquier función pública, sin que para ello tengan que llenar cualquier otro requisito .
Pero aunque parezca fácil ocupar un espacio político esta tarea es harto complicada, exigente y azarosa. Totalmente falso que los políticos no trabajan, que son vagos, ociosos y hedonistas. En verdad tienen un trabajo divertido porque les toca hacer de diablos cojuelos y andar metidos en todos los problemas ajenos posibles y ello siempre es entretenido. Pero además sus labores no tienen horario y tienen que estar disponibles en todo momento para reuniones, conferencias, caminatas, almuerzos, bailes, cabildeos y cualquier otra forma de agrupamiento donde estén más de tres personas. Para cumplir con estas obligaciones deben tener un estomago de hierro porque según el convite puede haber escocés o lava gallos, huevos de esturión o ñemas con sardinas y a todo tienen que meterle diente y garganta con entusiasmo porque si no quedan descalificados nada mas en el arranque.
Los políticos de Lara al igual que sus colegas de todas las partes del mundo funcionan dentro de este marco pero tienen un grave problema agregado, no están de moda. Sí, los políticos como los cantantes y los actores sufren de las cambiantes actitudes del público y algunas veces están en el top de la popularidad y otros apartados en los almacenes del olvido. Lamentablemente los políticos larenses, panas de todos los periodistas, no están de moda, casi todos ellos tuvieron altas posiciones, son duchos en elaborar estrategias, saben comportarse ante las cámaras y los micrófonos, saben dar la mano y son oportunos en el saludo y la palabra amistosa, pero no están de moda y aunque sean muy buenos en su oficio como en la canción lo fueron una vez Julio Iglesias y José Luis Rodríguez, ahora no tienen los seguidores que merecen.
No obstante ninguna Democracia funciona sin políticos y en Lara si los votantes de oposición quieren participar en elecciones para reafirmar sus convicciones democráticas no tienen más remedio que darle su apoyo a estos políticos, quienes como ya anotamos antes no se ponen viejos y a diferencia de los cantantes que se deprimen con la soledad y no regresan, ellos son como el ave fénix que renacen de las cenizas convertidos en unos carajitos guachamarones.
La pregunta es ¿Cómo poner de moda nuevamente a estos políticos de oposición? Hay varias formas pero el sindicato de asesores las tiene notariadas y certificadas y exponerlas en este artículo podría generarme demandas indeseadas, pero me atrevo a indicar una substancial y obligatoria, tienen que estructurar un discurso que los conecte con esas multitudes que al llamado de Guaido han despertado a una esperanza libertaria.
Y el problema para los ciudadanos es que no todo el mundo sirve para político. En conversación reciente con un buen amigo le sugería la posibilidad de unos candidatos de alzada, es decir, prohombres larenses de trayectoria y virtudes personales incuestionables, que los hay y varios, y él me respondió…”No vale, el problema es que tu llevas a esos insignes a un barrio y no generan compromiso porque precisamente debido a su encumbramiento a la gente de a pie les da pena plantearles una necesidad o un reclamo”. Cierto, el comentario del amigo me pareció acertado y oportuno y es que además el buen político es un especialista nato en análisis transaccional y por esta razón sabe establecer vínculos y alianzas practicas con los electores , mientras que personas inscritas en otras actividades se colocan en desventaja para manejar este tipo de interrelación fundamentada en esquemas empíricos.
Y como apunte final es de justicia reconocer que estos políticos nuestros, con todo y la validez que puedan tener las críticas que les hacen, tienen 20 años dándole sin tregua. Es verdad que tienen tiempo anunciando un cambio que no llega, pero debemos comprender que no es su culpa porque se ha entregado sin pausa ni descanso a la tarea de sacar a los tiranos, pero resulta que no han valido los métodos democráticos y por ello hemos arribado a estos tiempos en los cuales entramos a territorios donde la política se conjuga con lo impredecible. Yo estoy seguro que saldremos victoriosas y que mis panas los políticos lograran cobrar con agradecimiento popular su esfuerzo heroico de 20 años, por ahora deben esperar y asumir con tolerancia y sabiduría las críticas que se les hagan, en la mayoría de los casos es para ayudarlos, así que no se pongan susceptibles y echen palante. Dios les dé luz y la vida salud para que disfruten del desenlace que está en puerta.
Jorge Euclídes Ramírez
