Los pensionados exigen la patria que les han ofrecido los representantes del gobierno desde hace 19 años. “Nuestros derechos humanos son pisoteados mes a mes, en cada cola inhumana que debemos hacer para poder recibir lo que con nuestros años de trabajo nos ganamos”, este es uno de los testimonios que se escuchan al recorrer los bancos en la fecha de cobro de pensión en el país.
Hace unas semanas el superintendente de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), Antonio Morales, dio a conocer que las pensiones serian cobradas por terminal de cédula, esto, como plan piloto para agilizar el cobro de las mismas.
Este martes, el equipo reporteril de EL IMPULSO, hizo un recorrido por algunos bancos privados y del estado para visualizar como se desenvolvía el día en el cobro de pensión con la actual medida.
La situación no es muy diferente, largas y desveladas colas se siguen haciendo en las entidades bancarias, por pensionados que en muchos casos hasta amanecieron desde el día anterior para poder recibir lo antes posible su pensión mensual.
La señora Aura Nogales, cuenta su experiencia, “llegue al banco (Banco Fondo Común, plaza Altagracia) a las 5:45 a.m. y ya ha esa hora la cola era considerable, hasta la ahora (10:15 a.m.) no ha pasado ni la mitad de la cola, es indignante que después de tantos años de trabajo, tenga que pasar este calvario para poder percibir mi pensión, que me alcanzará si acaso para algunos kilos de maíz pilao’, que es lo que se encuentra en la calle. En oportunidades pasadas he llegado a la misma hora y he salido a las cinco de la tarde”.
El caso no es diferente para los demás presentes, todos manifiestan el mismo descontento, disgusto por las inhumanas colas que deben realizar mes a mes, falta de efectivo en los telecajeros de todas las entidades bancarias y que el nuevo sistema de cobro por terminal de cédula no reflejo ninguna mejora.
La tristeza y molestia rinde en esas colas, se distingue en cada una de las caras de las personas de la tercera edad, quienes sentados en el suelo o cuando mucho en cartones, pasan hasta 12 horas para poder cobrar su pensión; algunos han muerto en el intento.
La falta de efectivo en los telecajeros en un gran pesar para pensionados y el resto de las personas, antes la noticia era las largas colas en cajeros automáticos para retirar efectivo, hoy la noticia es la soldad de los cajeros por la falta del mismo; muy rara vez, las personas logran obtener efectivo de manera natural en los bancos y cuando lo logran solo alcanzan apoderarse de cinco o diez mil bolívares, lo que ya no alcanza ni para un día de transporte público; ahora la mayoría de las veces se debe comprar el efectivo perdiendo hasta el 100% del monto requerido.
En las colas de pensionados se mira de todo: hambre. Necesidad. Urgencia. Pobreza. Impotencia y resignación. Algunos logran llevar algún refrigerio a otros solo les queda llevar la cruz. En cuatro, ocho y hasta 12 horas de cola las necesidades fisiológicas son obligadas, por lo que personas deben buscar baños que alquilan en cercanía de los bancos y pagar hasta 5.000 bolívares por el servicio.
Otro testimonio particular encontrado en el Banco Bicentenario de la carrera 19 con avenida Vargas, fue una señora quien prefirió reservar su identidad, “yo soy chavista, no madurista y con el corazón le digo que esto es una burla para el pueblo. No es concebible que yo esté aquí desde las 6:00 p.m. de ayer haciendo cola y aun no haya podido cobrar; dieron la orden de que se cobrara por terminal de cédula pero el gerente de este banco hoy dijo que atenderá a todas las personas, entonces están metiendo y metiendo cualquier persona y los que nos toca seguimos sin avanzar. Nos están dado patria pero sin efectivo y sin comida. Chávez dijo una vez que acabaría con los pobres, pero el actual gobierno los está acabando a punta de hambre”.
Los pensionados “todos”, concluían en una misma reflexión: cuando será el día que sean valorados, por todos sus años de trabajo, cuando será el día que les sea adjudicado el beneficio de Cestaticket, cuando será el día que puedan llegar a una taquilla bancaria y cobrar su pensión sin recorrer un viacrucis.