Aproximadamente a las tres y media de la madrugada del lunes, varias de las familias que disfrutaban plácidamente del sueño en los apartamentos de los edificios Terepaima, El Condado y Vista Hermosa, en la urbanización Club Hípico Las Trinitarias, al este de Barquisimeto, fueron sorprendidos por golpes rudos en las puertas y cuando algunas de las personas se atrevieron a abrirlas, observaron tras las rejas de protección a hombres fuertemente armados ordenándoles permitirles ingresar pues se trataba de allanamientos.
“Ellos mostraron un papel y dijeron que era una orden de allanamiento, aunque no podíamos confirmarlo pues, como no había luz, la oscuridad a esa hora era total”, explicó durante la mañana una de las vecinas afectadas por la desagradable sorpresa.
Eso ocurría a la misma hora en varios de los apartamentos de los tres complejos residenciales que habían sido tomados prácticamente por cerca de 500 funcionarios de la Guardia Nacional, CICPC, Sebin, Policía Nacional Bolivariana y Policía Estadal de Lara.
Numerosos vehículos de diferentes tipos también permanecían en las calles adyacentes, custodiados igualmente por hombres fuertemente armados.
De acuerdo a uno de los vecinos, los uniformados, algunos con los rostros cubiertos con capuchas negras, amenazaron a los vigilantes de guardia a esa hora para que les permitieran ingresar, aunque en el Terepaima actuaron con mayor violencia, derribando el portón de acceso de las personas.
Además, violentaron tres puertas de la oficina de la junta de condominio, de donde se habrían llevado computadoras, monitores, otros artículos, y detuvieron al presidente, Darío Estrada, así como a su progenitora, Melanía Peroza, de 67 años, liberada la misma mañana.
En otro de los inmuebles también habrían detenido a Nélida Urosa, de 67 años, así como a otra ama de casa de nombre Isabel.
“Esa gente andaban como locas, parecían robocops, amenazando al que se resistía a abrirles las puertas”, señaló una de las amas de casa.
Otra dijo que sabían cuales eran los apartamentos que iban a allanar porque cargaban una lista con los números, y hasta algunos nombres.
“Seguro que estaban dateados por algún sapo chavista o madurista que vive aquí, junto a nosotros y sabe quienes son los que participan en las protestas contra el gobierno”, explicó uno de los vecinos, que prefirió no identificarse.
Lista en mano, los grupos iban llegando a los apartamentos seleccionados, en los cuales se dedicaban a hacer inspecciones exhaustiva, supuestamente en busca de elementos incriminatorios contra sus residentes, señalados de participar en guarimbas.
“Cuando yo los ví entrar a mi apartamento se me vino el mundo encima porque no sabía lo que iban a hacer, además de que no tenían orden de allanamiento alguno, o al menos nadie las vió”, expresó un adulto mayor, testigo de la incursión policial y militar.
“Fue mucho susto el que pasamos porque todo estaba oscuro y creemos que fue un apagón provccado por ellos mismos para hacer lo que iban a hacer”, dijo otra de las amas de casa.
Con respecto al número de detenidos, no había coincidencia entre los habitantes pues se hablaba de entre 8 y 12, entre ellos dos menores.
En la mañana se tenían los nombres de los hermanos Luis y Rafael García, cuyos autos también fueron retirados.
Igualmente los funcionarios tomaron fotos a la mayoría de los vehículos que se encontraban en los estacionamientos.
¿Hasta que hora duró el operativo?
Como hasta las siete y media, cuando un grupo de habitantes de las casas, enterados de lo que estaba pasando y del gigantesco movimiento de militares y policías, se vinieron para acá y comenzaron a cantar el Himno Nacional, así como también a rezar el Padre Nuestro y parece que eso los obligó a retirarse al grito de ¡fuera, fuera, fuera¡.
En una de las camionetas llevaban algunas colchonetas y otros artículos, encontrados en una “caleta” que, supuestamente, tenían los jóvenes participantes en las protestas.
Durante la mañana, hubo reuniones informales en la planta baja de los edificios allanados, comentando lo ocurrido y haciendo un balance de los daños ocasionados durante la incursión militar y policial, de lo que informaron a miembros del Foro Penal y al diputado a la Asamblea Nacional, Guillermo Palacios, quienes se apersonaron en el lugar.
Mientras tanto, algunos de los jóvenes reinstalaban las barricadas en la avenida Herman Garmendia, impidiendo el tránsito automotor.