La oposición venezolana afina el operativo para validar las firmas con las cuales busca activar un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, prevenida por una demanda judicial que amenaza la iniciativa.
La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) intensificó este jueves la campaña para informar a sus partidarios sobre el proceso de validación, que deberá cumplirse entre el lunes y viernes próximos.
«Yo revoco la corrupción. Del 20 al 24 vamos todos al CNE (Consejo Nacional Electoral)», invita una pancarta extendida sobre una calle en el municipio capitalino de Chacao, bastión opositor.
Algunos toldos fueron instalados en ese y otros sectores de Caracas. Allí, junto a miembros de la MUD, los interesados verifican en la web del CNE que sus rúbricas hayan sido certificadas.
El órgano electoral acreditó 1,3 millones de firmas del total de 1,8 millones entregadas por la oposición el 2 de mayo. Para activar la consulta se requiere que unas 200.000 personas validen su rúbrica con la huella dactilar en máquinas biométricas.
«Revocalo.com»
En principio, la MUD había anunciado para este jueves protestas por la anulación de 605.000 firmas, pero finalmente no se realizaron y sus líderes prefirieron convocar a los medios para explicar la mecánica de validación.
Bajo el dominio «revocalo.com», los opositores activaron un sitio en Internet en el que detallan sobre un mapa los 128 puntos de validación que habilitará el CNE en todo el país.
La MUD prepara además «caravanas» para movilizar a sus partidarios a partir del lunes hacia esos sitios, donde serán dispuestas 300 de las llamadas máquinas «captahuellas», dijo el líder opositor Carlos Ocariz en rueda de prensa.
«Si su firma no fue certificada, usted puede ayudarnos prestando su carro u organizando a sus vecinos o familiares para llevarlos a los sitios donde vamos a realizar estas caravanas», señaló Ocariz, quien pedía la instalación de más dispositivos.
Acusado por la oposición de servir al gobierno, el CNE se tomará hasta el 23 de julio para revisar el proceso.
De ser convalidada esta primera etapa, la oposición deberá recaudar otros cuatro millones de firmas para que el Poder Electoral convoque el revocatorio, mientras que para deponer a Maduro se requieren más de los 7,5 millones de votos con que fue elegido para el período 2013-2019.
«Si nos ceñimos a los lapsos, el referendo tiene que hacerse a más tardar la primera semana de noviembre», estimó en la misma conferencia la diputada Delsa Solórzano.
En alerta por demanda
Para la MUD, el revocatorio solo tiene sentido si se realiza antes del 11 de enero de 2017, pues si Maduro pierde habrá elecciones. Pero si se hace después de esa fecha el período lo terminará el vicepresidente que designe el mandatario socialista.
Maduro, cuya gestión rechaza la mayoría de venezolanos según encuestas, asegura que la consulta solo será posible en 2017; el pasado lunes presentó una demanda ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por supuesto «fraude» en la recolección de firmas.
La MUD considera al TSJ como el brazo jurídico del gobierno, por lo que no oculta su inquietud frente a un posible freno a la consulta.
«Exhortamos al TSJ a que mantenga el camino de la paz. Nos preparamos para la próxima semana, pero estamos atentos a cualquier coyuntura que pudiera presentarse», advirtió Solórzano.
Mientras, decenas de personas protestaron este jueves en una barriada popular en las afueras de San Cristóbal (capital de Táchira) en reclamo de víveres y productos de primera necesidad.
Los manifestantes bloquearon temporalmente una vía, sin que se presentaran disturbios con los policías enviados al lugar, constató un periodista de AFP.
Esta protesta ocurrió luego de que el martes cientos de personas, que también exigían ser abastecidas de comida, saquearan decenas de comercios en Cumaná (400 km al este de Caracas), debido a lo cual se produjeron 434 arrestos.
El oficialismo acusó a la oposición de haber promovido los desórdenes, como resultado de los cuales Cumaná permanece militarizada.
Venezuela vive una oleada de protestas por la escasez de alimentos -que según la firma Datanálisis es de 80%-, algunas de las cuales han derivado en saqueos y dejan al menos cuatro muertos, según las autoridades.