Un atacante suicida que se inmoló en un estadio de fútbol al sur de Bagdad dejó 29 muertos y 60 heridos, dijeron agentes de seguridad el viernes, mientras el ejército anunciaba nuevo avances en tierra contra el grupo Estado Islámico.
Estado Islámico se hizo responsable del ataque a través de un comunicado publicado en línea, reportó el grupo de inteligencia SITE, que monitorea a la organización.
El ataque se produjo durante un partido en el pequeño estadio de Iskanderiyah, a 50 kilómetros de la capital. Fuentes médicas confirmaron la cifra de muertos. Las fuentes hablaron bajo la condición de no ser identificadas por no estar autorizadas a informar a la prensa.
El grupo ha perpetrado una serie de ataques en y cerca de la capital mientras las fuerzas iraquíes y sus aliados lo combaten en el norte y oeste del país.
El ataque con bomba sucedió cuando el vocero del ejército iraquí Yahya Rusoul anunció que soldados iraquíes y combatientes tribales sunníes retomaron del Estado Islámico el pueblo de Kubeisa, en el oeste de la provincia Anbar. Un día antes, combatientes del grupo fueron sacados de una serie de poblados en la provincia norteña de Irak, Nínive, bajo intensos ataques aéreos.
Las fuerzas terrestres iraquíes trabajan para lograr avances en Anbar y prepararse para una toma de la ciudad norteña de Mosul, la ciudad más grande bajo control de milicianos en el llamado «califato» que declararon a través de partes de Irak y Siria. La coalición liderada por Estados Unidos calcula que el grupo Estado Islámico ha perdido alrededor del 40% del territorio que alguna vez tuvo en Irak y como 20% de su territorio en Siria.
Los analistas y funcionarios de la coalición dicen que esperan que al perder terreno en el campo de batalla, cambiarán a ataques con un estilo más insurgente en Irak y el extranjero. El martes, los ataques con bombas en Bruselas aclamados por el grupo Estado Islámico dejaron a 31 personas muertas y casi 300 heridas.