La canciller Angela Merkel se pronunció este lunes a favor de una reducción «perceptible» del número de refugiados que ingresan a Alemania, tranquilizando a las voces críticas dentro de su partido, pero se negó a cerrarles las puertas del país.
Pese a las fuertes turbulencias de las últimas semanas y a las críticas dentro de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) sobre su política de acogida de refugiados, la dirigente conservadora fue ovacionada durante varios minutos por sus copartidarios reunidos en un congreso en Karlsruhe (suroeste), que finalmente aprobó la línea de la canciller.
Durante un discurso que se centró esencialmente en el tema migratorio, Angela Merkel admitió que «incluso un país como Alemania se ve superado a la larga por un número tan grande de refugiados».
A finales de año alcanzará el millón, un récord histórico que pone a Alemania frente a desafíos logísticos importantes.
«Por esta razón vamos a reducir de forma perceptible el número» de refugiados que llegan a Alemania, prometió, e insistió en la necesidad de encontrar soluciones europeas a esta crisis.
“Encerrarse no es la solución”
La canciller habló sobre la urgencia de relocalizar a unos 160.000 refugiados que llegaron a Grecia o Italia, una medida decidida a nivel europeo pero que hasta ahora no ha sido casi aplicada.
Subrayó además la importancia de proteger las fronteras externas de la UE. Una cumbre de la Unión Europea (UE) dedicada sobre todo a este tema tendrá lugar el jueves y viernes en Bruselas.
Para Merkel, abrir las puertas de su país a los refugiados, que huyen de la violencia en Siria o Irak, es un «imperativo humanitario». Hija de un pastor protestante, la canciller invocó varias veces la moral para justificar su política.
Según una encuesta de la televisión pública ZDF, un 49% de los alemanes desaprueba la política adoptada por el gobierno sobre los refugiados mientras que un 47% califica de positivo el trabajo de Merkel.
Por otra parte, los actos violentos contra los refugiados han aumentado fuertemente desde finales de año, así como la adhesión al partido xenófobo Alternative für Deutschland (AfD).