En una noche aterradora en París con dos estallidos a las afueras del estadio, Francia venció el viernes 2-0 en un partido amistoso opacado por los tiroteos y explosiones en la ciudad.
Los estallidos se pudieron escuchar dentro del Stade de France durante el primer tiempo. La policía informó de decenas de muertos por los tiroteos y explosiones enParís, pero el partido no fue interrumpido.
El presidente francés Francois Hollande, quien estaba en el estadio, tuvo que ser evacuado y de inmediato participó de una reunión de emergencia.
«Todos estamos asustados y aturdidos», dijo el técnico de Alemania Joachim Loew. «En lo personal, el partido y el partido deja de tener importancia. Estamos desorientados. No sabemos qué debemos hacer».
El seleccionado alemán, que debió ser evacuado de su hotel en el oeste de París la mañana del viernes debido a una amenaza de bomba, se quedó en el estadio.
Los espectadores permanecieron en el estadio tras el silbatazo final, muchos ingresando a la cancha al difundirse las noticias de la violencia y el ulular de las sirenas se podía escuchar. El locutor del estadio dio instrucciones cuáles salidas debían tomar, pero más y más accedían al césped ante el miedo de salir afuera.
Durante el partido, el ambiente en el estadio se tornó sombrío.
Olivier Giroud y Andre-Pierre Gignac anotaron los goles en el partido.
Más de media hora después de terminado el partido, unos 2.000 aficionados seguían en la cancha pese a que el locutor insistía que era seguro salir y se podía utilizar el transporte público. Había calma, pero la salida del estadio se hacía con lentitud.
En la mañana, el equipo alemán fue evacuado de su hotel tras la amenaza de bomba, pasando unas horas en el vecino complejo de Roland Garros, sede del Abierto de Francia.
