El Papa Francisco aterrizó en Grecia, donde se reunió con refugiados recluidos en un centro de detención, coincidiendo con la puesta en marcha de un polémico plan de la Unión Europa para devolver a Turquía a los migrantes que llegan desde allí.
Francisco y los líderes de los cristianos ortodoxos y la Iglesia de Grecia visitan el sábado un centro de refugiados de la isla que se ha convertido en centro de detención como parte de polémico acuerdo migratorio alcanzado entre la Unión Europea y Turquía.
Recibimiento
Docenas de refugiados que no fueron seleccionados para reunirse con el Papa Francisco durante su visita a la isla griega de Lesbos esperaban sosteniendo pancartas hechas a mano con la esperanza de llamar la atención del pontífice.
Los que no estaban entre los elegidos se congregaron pacíficamente en el campamento, sosteniendo carteles con lemas como «Papa eres nuestra esperanza», «por favor salve a los yazidíes», «también somos humanos» o «Bienvenido Papa Francisco».
Algunos migrantes lloraron el sábado al saludar al papa Francisco durante una emotiva visita al centro de detención de Moria, en la isla griega de Lesbos.
Un hombre lloraba desconsolado cuando se arrodilló ante el Pontífice y le dijo: «¡Gracias Dios. Gracias Dios! Por favor padre, bendígame!».
Francisco se dirigió a los migrantes recluidos en un centro de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos. El campo se convirtió en centro de detención para los refugiados que se enfrentan a la deportación según el controvertido acuerdo de repatriaciones entre la Unión Europea y Turquía.
En su intervención, Francisco dijo que quería que los refugiados sepan que no están solos y que no pierdan la esperanza y que quiso visitarlos para escuchar sus historias y para llamar la atención del mundo sobre su difícil situación.
«Esperamos que el mundo preste atención a estas escenas trágicas y desesperadas de necesidad, y responda de una forma digna de nuestra humanidad», declaró el pontífice.
Nuevo hogar
El Vaticano informó que 12 refugiados sirios, todos ellos musulmanes, están viajando con el papa Francisco a Italia desde Grecia. Se trata de tres familias, que incluyen a seis niños, que se reunieron con Francisco en la pista del aeropuerto en la isla griega de Lesbos y subieron al avión.
En un comunicado, el Vaticano dijo que Francisco quiso «hacer un gesto de bienvenida» para los refugiados, que estaban en campamentos en la isla griega, antes de que entre en vigor el 20 de marzo el acuerdo entre la UE y Turquía para retornar a los inmigrantes.
El Vaticano dijo que tomará la responsabilidad de apoyar a las familias. Sin embargo, la comunidad católica de Sant’Egidio se encargará de que ellos se establezcan inicialmente.