En medio de los escándalos de corrupción en que se ha señalado a funcionarios que trabajaron durante las presidencias de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa, Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015); se abrió una nueva historia, sin embargo aquí encuentra involucrado el gobierno venezolano: un exfuncionario de Néstor Kirchner confesó a la justicia argentina como el entonces Ejecutivo argentino y su par venezolano Hugo Chávez Frías habrían ganado 50 millones de dólares en 2007 mediante una compra de 500 millones de dólares de títulos de la deuda externa argentina.
La información fue reseñada por el diario La Nación de Argentina, quienes tuvieron acceso a la confesión que realizó Claudio Uberti, antiguo director del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) durante la presidencia de Kirchner, ante el fiscal Carlos Stornelli y el juez federal Claudio Bonadio en la causa de los Cuadernos de las Coimas, según revelaron fuentes judiciales al medio argentino.
Un «arrepetentido» Uberti contó que la jugada financiera al final tuvo una ganancia de 100 millones de dólares, pero la mitad quedó en manos de los bancos e intermediarios que habían hecho las transacciones desde 2006, año en que Chávez compró los bonos a Argentina y los habría vendido al mercado internacional a precios bastante competitivos.
A pesar que Kirchner había pedido todo el dinero (255 millones) en «efectivo», hasta suelo argentino solamente llegaron 11 millones repartidos en tres maletines. Estos maletines fueron recogidos por el mismo Uberti, para luego hacerlos llegar hasta la residencia oficial del mandatario argentino.
Aún con 14 millones de deuda, Kirchner viajó con una comitiva hasta la Isla de Margarita para una Cumbre Energética Sudamericana. Allí, él le habría indicado a Uberti -quien para ese entonces estaba trabajando en la embajada «paralela» de Argentina en Caracas-, que encabezara la reunión de negocios para pedir el resto del dinero, funcionarios venezolanos se negaron a siquiera tocar el tema por la cantidad de personalidades y políticos que estaban allí presentes, lo que acarreó un regaño a Uberti.