Tres personas fueron rescatadas este lunes en la ciudad ecuatoriana Manta, después de permanecer más de 32 horas atrapadas entre el techo y el piso de un centro comercial que se desplomó tras un potente sismo de 7,8 grados de magnitud.
El rescate fue obra de los bomberos de Quito, que hicieron cortes tanto en la pared como en la trama metálica que soportaba la construcción.
A través de un triángulo de unos 70 centímetros por lado extrajeron a una mujer que salió de cabeza. Los rescatistas aplaudían mientras ella lucía desorientada, cubierta de polvo y se quejaba de dolor.
Más tarde lograron sacar a otra mujer con su rostro contraído por el dolor y finalmente a un hombre joven. Los tres fueron trasladados de inmediato a hospitales cercanos.
Alrededor de 450 rescatistas provenientes del exterior se han incorporado a las labores de rescate.
Fue clave el trabajo de los pobladores que inicialmente y sólo con sus manos se lanzaron a los escombros tratando de buscar sobrevivientes, a quienes luego se integraron rescatistas especializados en este tipo de tragedias.
Miles de pobladores de Quito, Guayaquil y otras ciudades se lanzaron el domingo a las calles para aportar vituallas y ropa a los afectados y de inmediato salieron aviones y vehículos pesados cargados de ayuda.
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