Un inmigrante afgano que era buscado para ser interrogado en relación con las explosiones que sacudieron un vecindario de Nueva York y una ciudad costera de New Jersey fue detenido el lunes después de un tiroteo con la policía, luego de que fuera descubierto durmiendo a la entrada de un bar, indicaron las autoridades.
Ahmad Khan Rahami, de 28 años de edad, parecía consciente y estaba vendado del brazo derecho, el cual sangraba, mientras era subido a una ambulancia en Linden. Dos agentes resultaron heridos durante el tiroteo, pero se cree que no sufrieron lesiones graves, de acuerdo a las autoridades.
La detención se produjo apenas horas después de la policía emitió un boletín con una foto de Rahami. El hombre tiene la ciudadanía estadounidense y vivía con su familia en Elizabeth, New Jersey, encima de un restaurante de pollo frito propiedad de su padre.
El alcalde de Linden, Derek Armstead dijo el lunes, que un dueño de un bar reportó a una persona dormida en la entrada del lugar. Un agente fue enviado a investigar y reconoció al sujeto como Rahami, informaron el alcalde y la policía.
Rahami sacó un arma y le disparó en el torso al agente, que vestía un chaleco antibalas, y más policías se unieron al intercambio de fuego a lo largo de la calle, en el que eventualmente Rahami fue detenido, detalló el capitán de policía James Sarnicki.
La policía no reveló como se centraron en Rahami como persona de interés en los estallidos, pero se sabe que analizaban videos de vigilancia y examinaban fragmentos de las bombas para obtener evidencia.
Al mismo tiempo, cinco personas fueron detenidas de un vehículo la noche del domingo y estaban siendo interrogadas por el FBI, informaron las autoridades.
El tiroteo ocurrió luego de un fin de semana de terror y miedo en Nueva York y New Jersey, y las autoridades indicaron que los estallidos cada vez lucen más como un acto de terrorismo con conexiones extranjeras.
Además del estallido en el que 29 personas resultaron heridas en el vecindario Chelsea de Manhattan el sábado, se encontró una bomba de olla de presión sin detonar a unas cuadras de distancia, además de que una bomba de fabricación cacera explotó en una localidad de New Jersey antes de que se realizara una carrera con fines benéficos. Nadie resultó herido en ese incidente. El domingo se encontraron cinco dispositivos explosivos en un bote de basura en la estación del tren de Elizabeth.
También el sábado, un hombre que las autoridades afirman que hizo una referencia a Alá, apuñaló a nueve personas en un centro comercial de Minnesota antes de que un policía fuera de servicio lo baleara a muerte. El grupo Estado Islámico se atribuyó el incidente. Pero las autoridades no han establecido una conexión entre ambos atentados.
Citando al FBI, la policía estatal de New Jersey señaló el lunes que los incidentes de Chelsea y Seaside Park, New Jersey están relacionados.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que conforme los investigadores recabaron información supieron que «había ciertos aspectos en común entre las bombas», lo que llevó a las autoridades a creer «que había un grupo en común detrás de las explosiones».
Previo a la captura de Rahami, Cuomo dijo que los investigadores no tenían motivos para creer que había amenazas adicionales, pero que la sociedad debería estar «constantemente alerta».
Aproximadamente al mismo tiempo en que Rahami fue detenido, el presidente Barack Obama se encontraba en Nueva York para una visita programada con anterioridad en la Asamblea General de la ONU y dijo que fue «extremadamente afortunado» que nadie falleciera a causa de las explosiones.
Hizo un llamado para que los estadounidenses demostraran al mundo que «nunca cederemos ante el temor».
«Como ciudadanos debemos asegurarnos de no sucumbir ante el temor. No existe mejor ejemplo de eso que las personas de Nueva York y New Jersey», dijo el mandatario. «Aquí las personas no se asustan».