Un día después de llegar a Nueva York (Estado Unidos) procedente de Zúrich (Suiza), Rafael Esquivel, expresidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y exvicepresidente de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol), se presentó ante un juez en los tribunales de Brooklyn para declararse inocente de los cargos de corrupción por los cuales la justicia estadounidense le investiga y solicitó su extradición para juzgarlo en aquel país.
Esquivel, al lado de su abogado, se presentó ante el juez Robert Levy. Vestía suéter negro y pantalón gris y denotaba pérdida de peso, algo que ya había revelado su equipo legal. La audiencia no tardó más de cinco minutos, reveló la agencia de noticias AFP.
El hasta hace poco hombre fuerte del fútbol venezolano se declaró “no culpable” de asociación delictiva y conspiración para lavado de dinero, señaló su abogado, David Goldstein, quien, además, indicó que no se pidió fianza, porque “es demasiado pronto”.
Esquivel está bajo poder la justicia internacional desde mayo pasado, cuando fue arrestado en el hotel donde se hospedaba, mientras se alistaba para participar en un congreso de la FIFA, en la capital de Suiza. El pedido de arresto llegó desde Estados Unidos, después que una investigación de la fiscalía descubriese supuestos actos de soborno de Esquivel y otros exdirigentes de Conmebol en el tema de entrega de los derechos de transmisión televisiva para las recientes ediciones de la Copa América.
Según la fiscalía del país norteamericano, Esquivel habría recibido una suma cerca a los 3 millones de dólares como comisión por privilegiar a una empresa argentina en la asignación de derechos de transmisión, violando el proceso legal.
Estuvo detrás de los barrote por un periodo de diez meses en Suiza y espera salir en libertad bajo fianza en Estados Unidos, país donde enfrenta la posibilidad de recibir una condena de 30 años, según versiones de prensa del referido país.