El bolichero larense Amleto Monacelli se metió hasta las finales en escalera y concluyó en una meritoria cuarta plaza en la acción del torneo PBA50 Abierto Johnny Petraglia, disputado en el complejo Farmingdale Lanes de Farmingdale, Nueva York, en los Estados Unidos.
En el cuarto evento de la temporada para mayores de 50 años de edad de la Pro Bowlers Association (PBA) y tercero en el que participaba Monacelli, logró avanzar de la ronda eliminatoria en el octavo lugar entre 84 participantes con 3.653 pines derribados tras 16 líneas, buenos para un promedio de 228.3 con el que pasó a “match play” o enfrentamientos directos.
No tenía que jugar en la tanda de reclasificación por estar entre los mejores 16 de esos clasificados y en la segunda disputó seis líneas, en las que dejó balance de 4-2 con 1.540 pines derribados. Así se metió en el top5 en la cuarta plaza y le correspondió medir fuerzas contra John Conroy, el quinto clasificado, al que superó por 222-194.
Luego en busca de terminar como mínimo en el tercer lugar y mantener vivo el sueño del trofeo, se fajó contra Bob Learn Jr. Y este le superó por 243-197. Learn Jr. cedió luego ante Ron Mohr por 226-168 y en la final Mohr fue superado por quien lideró los enfrentamientos directos con 6-0, Brian LeClair, ganador de la línea decisiva por 245-195 para su segundo título PBA50 en lo que va de la campaña 2017.
De este modo, la leyenda barquisimetana del deporte de los pines y pelotas, dueño de 20 títulos PBA y siete cetros PBA50, concretó por tercera ocasión consecutiva un pase a match play y además un puesto entre los mejores 20 de un torneo.
Y es que comenzó con un sexto lugar en el Sun Bowl In The Villages, jugado en el estado de Florida hace un par de semanas y luego ancló en el escaño 14 en el Race City Open de Mooresville, Carolina del Norte, nada mal para quien es además miembro del Hall de la Fama de la PBA desde 1997 y del Congreso de Bowling de Estados Unidos (USBC) desde 2012.
El campeón LeClair logró el tercer título PBA50 de su carrera y segundo en 2017 y para ello lanzó strikes en ocho de los primeros nueve “frames”, lo que le puso mayor presión a Mohr.