Una sonda de la NASA llegará la semana entrante a Júpiter para explorar su densa neblina y trazar un mapa del planeta desde adentro.
La sonda Juno se encuentra en el último trecho de un viaje que le ha tomado cinco años y en que ha recorrido 2800 millones de kilómetros. La misión ha costado 1.100 millones de dólares.
La sonda, potenciada con energía solar, ofrecerá a los seres humanos su más detallado vistazo del mayor planeta en el sistema solar. Circulará alrededor del colosal planeta por un año entero.
Júpiter está casi totalmente compuesto de gas, a diferencia de los cuerpos más sólidos como la tierra o el vecino Marte. Es el quinto planeta desde el sol y probablemente se generó antes que la tierra, por lo cual podría contener respuestas a algunos misterios sobre cómo surgió el sistema solar.
Cuando se aproxime a Júpiter la noche del lunes, Juno encenderá su principal motor de combustión a fin de frenar su descenso y montarse en una órbita alrededor del planeta. Este paso minuciosamente calibrado es crucial, pues si Juno no frena, le pasará de lado al planeta.
Debido a que las señales desde Júpiter tardan 48 minutos en llegar a la Tierra, los ingenieros de la NASA no podrán intervenir en caso de algún problema. Lo único que podrán escuchar son las señales de Juno de que logró encender el motor como estaba planeado.