Tras el anuncio de la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, con los detalles sobre la revisión de firmas, que tomó más de un mes, diversas fueron las impresiones por parte de la población y por supuesto, de los dirigentes políticos.
Molestia general se evidenció a través de las redes sociales en cuanto a la invalidación de firmas. El alcalde del municipio Iribarren, Alfredo Ramos, se pronunció sobre la gran cantidad de firmas que no podrán ser confirmadas, haciendo especial énfasis en que la mayoría de los dirigentes políticos forman parte de este grupo, asegurando que “nuestra firma fue pública y notoria; se trata de alejarnos del proceso de validación, pero ahí estaremos como movilizadores”.
Ramos no descarta que esto sea algo hecho de manera premeditada y no una simple casualidad. “Desaparecieron por arte de magia más de 600 mil firmas. Esto se hizo sin ningún tipo de escrúpulos para evitar que el pueblo se siga pronunciando”.
De igual forma destacó que se estará presente cuando corresponda recolectar los 4 millones de rúbricas e hizo un llamado a la población a no desanimarse, sino permanecer haciendo lo propio para que se realice el referendo.
Por otra parte aseveró que Tibisay Lucena hizo un llamado a los colectivos a generar violencia durante el proceso de validación, debido a que aseveró que en caso de que suscitaran hechos de este tipo el revocatorio sería suspendido de manera inmediata.
“El Gobierno quiere dos cosas: que no se realice el referendo o que se haga el próximo año; pero no lo van a lograr”, insistió Ramos, quien además hizo mención a la poca cantidad de puntos para validar los refrendos, ya que en el estado Lara solo funcionará la sede regional del CNE como lugar de autenticación.
La diputada a la Asamblea Nacional, Bolivia Suárez, también reaccionó ante el pronunciamiento de Lucena.
“En mi casa todos aparecen como firmantes, menos yo” respaldando de esta manera lo dicho por Ramos, con respecto a que se eliminaron firmas de los dirigentes políticos con toda la intención.
No obstante, para Suárez este tipo de obstáculos que está generando el CNE serán tomados como un impulso.
“El cambio se logrará haga lo que haga el Gobierno. Si nos invalidaron esta vez la firma no importa porque nos convertiremos en movilizadores y en vez de uno solo seremos diez personas las que iremos a los centros de votación”, expresó.
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