Desde 2001, cuando se aprueba en Lima la Carta Democrática Interamericana y ha lugar, paradójicamente, el mismo día 11 de abril, el ataque terrorista que provoca la caída de las Torres Gemelas en Nueva York, predico el cierre final de un tiempo y más que un tiempo de una Era en la vida de la Humanidad signada hasta entonces por el predominio de la materia y la organización social alrededor de la política y la práctica ciudadana localizadas...
Un gran polvero ha levantado el acto celebrado por un colectivo afecto al Gobierno en el 23 de enero, donde aparece un conjunto de niños portando armas largas, lo que ha generado el rechazo de todo el mundo, incluyendo a los más preclaros líderes de la revolución, quienes ahora pretender lavarse las manos, acusando a estos grupos de estar "infiltrados por la CIA", en momentos en que la opinión pública se pregunta:
¿Quiénes tienen este tipo de armas? ¿Cómo llegaron a las manos de estos colectivos? ¿Por qué las FAN no se han pronunciado y se hacen de la vista gorda ante la actuación de estos grupos irregulares?.
El alto gobierno está buscando todos los mecanismos para buscarle nuevos espacios al silencioso en Lara, no solamente le crearon Corpolara para monte allí un equipo gubernamental paralelo al del sargento de Nirgua, allí esta recibiendo todas las denuncias sobre supuestos hechos irregulares dentro del ejecutivo regional y algunas dependencias de la administración central; pero el colmo es que tambíen le hayan encargado del entierro y la sepultura de Fudeco, lo que en otras terminos implica, que se pagará y se dará el vuelto.
Nunca como ahora, en pleno régimen de utilería cuya obra es el espectáculo, y sus vallas testimonio de la fantasía, se habla tanto en Venezuela de patria y soberanía; conceptos devaluados, a un punto tal que al gendarme enfermo le obsesiona dejarnossin identidad, que no sea el culto a los huesos de Bolívar y sus cartas. Ni siquiera nos quiere como brizna de paja en el viento, si recordamos a Gallegos y su personaje, Pablo Azcárate, quien de apellido le queda lo zorruno.
Las elecciones del próximo mes de octubre no serán un duelo entre Hugo Chávez y Henrique Capriles Rodinski, como era lógico y democrático esperar. El oficialismo lo ha convertido en una desigual batalla porque uno de los candidatos ha ordenado que sea el Estado, con todo su poder, el que enfrente a la oposición en la consulta electoral, una actitud, sin duda, ilegal y ventajosa.
Mientras el gobierno continúen manteniendo en secreto, la información en torno a la situación real de la salud del mandante, se continuará dando pie para que la gente y la prensa nacional e internacional, siga haciendo conjeturas y presentando diagnósticos que van desde lo más sutiles, hasta lo más descabellados, lo que no le está haciendo nada bien a la revolución, mucho menos al país, dándose ya como un hecho en medios políticos que no participará en las próximas elecciones.
3 millones de venezolanos sufragaron ayer para seleccionar al candidato de la oposición que enfrentará al presidente Hugo Chávez el próximo mes de octubre. Una jornada que deja muchas lecturas, entre ellas la unificación de criterios entre los diferentes sectores de un país que le costaba demasiado encontrar caminos de entendimientos sobre la mejor forma de ser una opción válida para el electorado adverso al régimen. Gusto y regusto nos dio cuando vimos a los candidatos reunidos la noche del domingo alrededor de Henrique Capriles Radonsky, quien contabilizó la bicoca de 1.800 votos en la consulta popular.
Durante mucho tiempo me pregunto sobre el brutal aumento de los homicidios que nos anega. Los muertos a manos del crimen son 4.500 en 1998 y ocurren 18.000 cada año, durante los años más recientes.