Como en su vida personal y ciudadana, en el Parlamento Arístides Calvani fue ejemplar en la responsabilidad, la calidad de sus aportes y la seriedad de su compromiso.
“Se ha determinado que comer casquillos puede ser dañino para la salud”. Es mandato de la Ley del sentido común para la vida y la política. Creo que hay que exigir más del liderazgo democrático venezolano. No porque no hayan dado que han dado mucho, enfrentado minuto a minuto riesgos personales por los que algunos de sus críticos, incluidos ciertos “hombres honrados de Venezuela” como los del poema de Andrés Eloy, y también mujeres, no se dejan ni rozar.
La creciente emigración de compatriotas acumula titulares, imágenes, tiempo de transmisión en medios de la región, el hemisferio y el mundo. Los venezolanos sabemos que no es una fabricación comunicacional. Todos conocemos personas de carne y hueso, familiares, amigos o conocidos que se han ido.
La creciente emigración de compatriotas acumula titulares, imágenes, tiempo de transmisión en medios de la región, el hemisferio y el mundo. Los venezolanos sabemos que no es una fabricación comunicacional. Todos conocemos personas de carne y hueso, familiares, amigos o conocidos que se han ido. Principalmente jóvenes, pero cada vez más variados en edad.
Cuando escribo ha habido otro apagón. La gente sale temprano de sus oficinas, baja por las escaleras porque no hay ascensor. Los negocios cierran antes o, si están abiertos, aceptan solo efectivo que escasea, porque “No hay punto”. Hay, pero no está funcionando. El apagón. A otros, por lo mismo, se les cayó el sistema y tardarán en reiniciarlo.