Isabel y Teresa compartían un pan canilla en las afueras de una panadería del este de la ciudad. Se les notaba muy cansadas después de permanecer en una larga cola de personas necesitadas del preciado alimento. Solicitaron del reportero permiso para compartir la pequeña mesa donde tomábamos café y una inesperada conversación nos puso al tanto de sus desgraciadas vidas. Isabel me dijo que estaba cumpliendo ese día 78 años, mientras Teresa había celebrado recientemente sus 75.
Permítanme los lectores insistir sobre la importancia que tiene una buena gestión municipal para el bienestar o el padecimiento de una ciudad como Barquisimeto...
Aterradora las cifras inflacionarias para Venezuela cuando apenas nos quedan unos días para finalizar el año. El Fondo Monetario Internacional y algunos economistas criollos...