Observando a ese venezolano de a pie cuesta bastante afirmar que se encuentra feliz y no preocupado por la situación social y económica dejando de lado la situación política puesto que, son muchos los venezolanos que consideran que su mundo está en el trabajo, en las costumbres familiares y en el día a día normal, afirmando que su preocupación no es la política.
He asistido a varias conferencias y he leído muchos artículos y me preocupa en grande, cuando coinciden tanto los columnistas de la prensa escrita como los conferencistas que casi a dúo, dicen que en nuestro país el Estado de Derecho es imprevisible.