La tragedia venezolana es muy grave. No parece haber una salida pacífica. No hay manera de elegir libre y limpiamente otros gobernantes. Todo nuestro proceso político lo tiene en sus oprobiosas manos, el régimen y sus cómplices internacionales, haciendo predominar la mentira y el fraude.
No sé con qué propósito se creó el llamado carnet de la patria. Unos me dicen que se trata de control político; otros que es el instrumento de fraude en procesos electorales; otros que con ese carnet se trata de determinar los bienes de los cuales somos propietarios;se dice que es para abultar el número de militantes del partido de gobierno
Esta es una pregunta recurrente: Se acabó Venezuela? Suena duro decirlo y no deseo ser pesimista, pero los hechos nos muestran un país en franca decadencia moral y física. La otrora pujante República de Venezuela luce hoy destartalada, sin rumbo, con una inmensa merma de población juvenil, lo cual constituye una situación lamentable, desastrosa.