El Papa Benedicto XVI demandó mayores libertades para la iglesia Católica en Cuba durante su homilía el miércoles en la plaza que constituye el santuario mismo de la revolución y denunció el ``fanatismo'' que intenta imponerse, poco antes de que se reuniera con el ex presidente Fidel Castro, que fue educado por los jesuitas cuando era niño y luego se convirtió en un revolucionario