Para visionar y hacer realidad el
país soñado los hombres más sabios nos sugieren adoptar un hábito básico y
principal. Nos urgen en despachar cuanto antes...
Desestimado señor:
Ciertamente no tengo el aborrecible disgusto de conocerle y no creo que este no sea un evento de importancia para ninguno de nosotros...
Este gobierno se sostiene sobre el uso continuo y sostenido de la mentira. Para sus operadores es de vital importancia distorsionar la verdad hasta convertirla en una versión muy sesgada de su realidad, lo cual constituye su mejor forma de hacer “su política”. Mentir, distorsionar, endosar sus propios errores a la disidencia democrática, alterar la historia reciente, es la manera como construyen su oferta de redención. Obviamente, para que funcione a la perfección un sistema de control político como este se requiere la imposición de un rígido mecanismo de censura total. De forma tal que la mentira se debe diluir entre los meandros de la versión oficial para que al final pueda configurar la verdad inobjetable y en su ecuación los medios libres e independientes sobran.