Veo el futuro de Venezuela con optimismo. No es que me engañe acerca de la magnitud y naturaleza de nuestros problemas medulares. Es que ando por el país y sé que en todas partes hay gente trabajando, creando, haciendo, desafiando las dificultades en el sector privado y el sector público regional y local, en la educación a todo nivel, en las artes y en las ciencias.