A Barquisimeto, en el marco de la guerra emancipadora, el Libertador Simón Bolívar la llamó Ciudad de los Crepúsculos, extasiado como estuvo ante los arreboles aquella tarde de 1813 cuando iba en retirada tras perder acá la batalla de Tierrita Blanca. Según su propia expresión, bien valió ese revés contemplar la policromía vespertina barquisimetana.
“La poesía es todopoderosa e insignificante. Insignificante porque su influencia en el mundo es mínima. Poderosa por su relación con el lenguaje” dice en una entrevista del año pasado, Rafael Cadenas, Premio Nacional de Literatura (1985) y Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (2009),barquisimetano universal inclinado a oír con la atención reclamada por Eliseo Diego para considerarse poeta
El título de esta columna con el agregado 18 de octubre de 1945 complementa el de nuestro libro editado en 1995 y que el comandante Presidente, en controvertida reunión en residencia presidencial La Casona en 2001, prometió reimprimir.