La maravilla de aprender y el deseo de superación son imperecederos como el amor a la vida y a la libertad. No hay nada más placentero que compartir con otros los conocimientos adquiridos en las aulas e indiscutible escuela de la vida.
¿Habré leído bien? Se preguntará usted. ¿Optimismo? ¿De qué habla este señor? Y yo que lo tenía por persona seria. ¿Cómo ser optimistas con tantas señales de deterioro en el marco de una crisis tan profunda? Bueno, pues leyó bien.
Las mises y los camaradas coinciden plenamente en que los pobres son el tesoro más preciado para ambas cofradías. “Quieren” a los pobres como una corona, como a su libro rojo de Mao o su versión en español del Manifiesto Comunista.