A punto de cumplir ochenta y ocho años, Noam Chomsky desata pasiones y expectativas, surgidas desde los viejos tiempos de sus investigaciones y aportes a la teoría lingüística, relegados luego por su profundo interés en desentrañar el terrorismo de Estado sujeto a las oscuras relaciones e interrelaciones entre sí, de las grandes potencias occidentales, liderizadas por los EEUU y con el resto de países que tanto en América Latina como en Africa y Europa, han debido ajustarse a los efectos de las decisiones de los “grandes” : esos mismos que sacan gobernantes del sombrero de copa y luego arman una guerra para acabar con el conejo convertido en monstruo.
Desde el momento en que percibimos las medidas de paralización de clases, bajo el eufemismo de “no reanudación de actividades”, esgrimido por la dirigencia gremial universitaria, no vacilamos en advertir que detrás de las medidas de presión extrema, el factor político- electoral servía de excusa para promover la desolación en algunas casas de estudios superiores, incluyendo la nuestra.
Un intelectual es alguien que reflexiona acerca de la realidad y publica sus ideas en libros, medios y redes sociales dirigiéndose a un público deseoso de explicaciones, especialmente en tiempos de crisis y confusión.