Una ley sin trabajo
La nueva Ley Orgánica del Trabajo, hace que las personas salgan de sus trabajos, y queden desempleadas, sin explicación alguna y sin arreglos. Aquí no hay LOT, ¿por qué no la llaman Ley Orgánica del Desempleo? Aquí, en Venezuela, hay más desempleo. El aumento del sueldo mínimo no alcanza ni siquiera para comprar la canasta básica. Mientras más aumenten el sueldo mínimo, más aumentan la canasta básica.
Jesús Yánez
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Herramienta electoral
Chávez quedó electo en diciembre de 1.998 y asumió el cargo en febrero de 1.999, es decir hace 13 años. Con el transcurrir del tiempo, su popularidad ha ido disminuyendo, por lo cual, en cada proceso de elecciones, se las ingenia para captar votos. De allí esta propuesta de la LOT es otra.
Neptalí Paredes
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Una reforma inconsulta e improcedente
Sin pecar de pesimista ni pasar por ave de mal agüero, el Gobierno Nacional anuncia, con bombos y platillos, una reforma a la Ley Orgánica del Trabajo. Toda reforma al sistema de seguridad social debe estar enfocada hacia el bienestar colectivo, sobre la base de una amplia reflexión y discusión, en la que los intereses particulares se deben doblegar al interés público. La crisis desatada, hace algún tiempo, con los decretos de emergencia social revela un rasgo muy preocupante de la manera como, especialmente pero no exclusivamente, el Gobierno agencia el aparato estatal. Se trata, en el caso de la legislación laboral, como en otros casos, de promover reformas que responden a intereses particulares, ya sea del mismo gobierno o de grupos opositores, mientras que se diluye se va en contravía del interés colectivo y general de la ciudadanía.
Parece muy sintomático que, en la actual coyuntura, los temas centrales del devenir nacional no sean abordados ni por los políticos ni por las plataformas partidistas, llamados a interpretar y apoyar los intereses ciudadanos dentro del Estado. La política y los políticos también se han particularizado en sus intereses, fascinados por el patrimonio estatal. Los problemas de fondo se diagnostican cada vez menos, se diluye el interés general, mientras la ciudadanía sólo aguanta.
La solución, hecha a su medida, es la aprobación de este instrumento por vía Ley Habilitante, modificando la actual legislación laboral, artículos redactados a la carrera, en forma apresurada, sin debates ni consensos, con el propósito de lograr ciertos objetivos particulares y políticos. De acuerdo a la opinión de algunos analistas y constitucionalistas, el Proyecto de Ley que intenta aprobar el Ejecutivo para modificar el actual régimen de seguridad social, a falta de un debate serio y sin una reflexiva consulta entre los distintos actores participantes, toda reforma se tornaría inconsulta e improcedente. Más cuando debería ser debatida, discutida, sancionada y aprobada por los miembros de la Asamblea Nacional, para darle visos de legalidad. Importantes temas como las prestaciones sociales, estabilidad e inamovilidad laboral, jornada de trabajo, protección de la maternidad y paternidad, la familia, seguridad social, los contratos colectivos etc., constituyen asuntos demasiado trascendentales como para excluir del debate a empresarios y trabajadores. Hay que revisar con mayor cuidado los factores determinantes del desempleo, a fin de encontrar fórmulas adecuadas, que no lleven a mayores desajustes del ingreso de los trabajadores, sobre el cual es necesario reflexionar para encontrar correctivos que reversen tan crucial realidad. El desempleo en Venezuela ha sido, en los últimos años, uno de los problemas más inquietantes por los efectos negativos que genera en el conjunto de la población nacional. La falta de empleo no es un problema que pueda tomarse con pasividad, constituye, sin lugar a dudas, una situación de características complejas y de efectos dañinos sobre el conjunto de la sociedad. Es una situación de emergencia social, a la cual se le debe buscar salida a corto plazo. Para Venezuela, es todo un reto encontrar la clave que haga posible generar empleo conforme a la demanda de la población apta para trabajar.
José Fabio Oronoz
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No es culpa del ciego… sino de quién le da el garrote
¿Qué se puede decir sobre cualquier normativa legal en la República Bolivariana de Venezuela que no cause estupor o sorpresa en la mentalidad del venezolano desprevenido o incrédulo? Basta con observar la calidad de legisladores que tenemos en ambas bancadas de lo que fuera un Poder Legislativo otrora republicano, para concluir desafortunadamente. Hasta el propio Libertador Simón Bolívar (“El hombre de las dificultades”) ya lo presentía, cuando le tocó vivir, bajo su mando, los cruentos acontecimientos del fatídico año de 1814, que fue y ha sido la sentencia a la cadena de infortunios que nos corresponde vivir, mientras no cambiemos de actitud o mentalidad ciudadana.
No es posible, por ejemplo, que no haya una campaña que denuncie lo inconstitucional que se deriva de este adefesio jurídico (Ley Orgánica promulgada por Decreto de acuerdo a un artificio legislativo que regulará a la fuerza laboral de un país en plena crisis institucional) Se espera y aspira que solo aquel llamado de Bolívar:»Esta inconcebible y lamentada campaña en la que, a pesar de las muchas y repetidas catástrofes, la gloria de los vencidos no pueda ser empañada. Se perdipo todo, menos el honor», nos lleve a feliz sendero el domingo 7-O, que nos permitirá restablecer el régimen democrático. Saludos compatriotas dignos de Bolívar.
Marco Arias
Ley Orgánica del Trabajo
En un país democrático, no suceden estas cosas; por el contrario, una ley sumamente controversial se debate hasta el cansancio y se buscan las diferentes opiniones, aunque luego no se tomen en cuenta, pero se debe dar el más amplio consenso y disenso entre los diferentes grupos políticos y demás organizaciones que componen la sociedad venezolana. Pero como estamos en suelos totémicos, en donde todo gira alrededor del Dios Chávez, todo queda relegado a la simple lógica de esperar que el señor muestre su versión ya hecha ley para dizque decir algunas cosas, tanto los opositores como los oficialistas.
Desde la capital del país, es decir, desde la Habana, los aláteres de aquí esperan que el Tótem, les mande los articulados ya listos sin importar que contiene en el fondo, total fue creado por orden divina y por eso no se debe realizar la menor fruncida de ceño de desavenencia, todo se tiene que aceptar si o si. Por lo tanto, las ‘focas’ siguen el camino trazado desde hace trece años. Permítanme decir que todo esto son suposiciones porque es difícil describir o narrar lo que no se conoce. Pero, sin embargo, conociendo el pelo del ganado, nada es diferente a lo que se ha hecho anteriormente.
Las elucubraciones, las improvisaciones, las mamarrachadas, las alucinaciones oníricas, que producen las sombras nocturnas cubanas, harán el trabajo más sencillo para el mandante ‘venecubano’, además con esos adalides de la democracia (los Castro), nos imaginamos que la nueva Ley Orgánica del Trabajo será perfectamente adaptada a estos lares, como lo han hecho allá durante cincuenta años. Una elite sindical, unos ministros, y unos empresarios socialistas, darán el visto bueno al decálogo divino, y montaran el más grande ‘show’ que alguien alguna vez se haya imaginado. Cadenas infinitas, las focas aplaudiendo a rabiar, pensando en no abandonar sus ‘puesticos burrocráticos’, y aplauden al son de la consigna panfletaria: “así, así, así es que se gobierna”. Mientras las cámaras televisas muestra sus rostros sudorosos y a su vez, con el dilema pintado en sus facciones, pero al fin y al cabo, habló el Dios y hay que acatar sumisamente sus travesuras.
La ley, sólo la conoce un solo empresario y es el Estado, pero el sector privado y los verdaderos sindicatos opositores y chavistas, nada tienen que ver con esta situación, ellos no han sido tomados en cuenta por el gobierno más sectario que haya pasado por nuestro hermoso país. Inclusive, los gobernadores y alcaldes afectos al gobierno central no debaten en serio porque no conocen lo estipulado en el proyecto, aunque ellos se envalentonan, alzan sus pechos y gritan que si están de acuerdo.
Esta ley socialista, según los juristas, no debería ser legal ya que no estaba en el contenido de la ley habilitante, pero al recordar cómo se mueve la justicia en Venezuela, según lo dicho por el ‘gran héroe’, Eladio Aponte, debemos consentir que aquí no pasará nada; se aprobará la ley, con la sumisión de los poderes al régimen totémico y tendremos que amoldarnos a hablar por las calles y en los taxis, aunque ya tengamos el ojo afuera. Este mal llamado socialismo, ha sido tan bestial que ya no asombra nada de lo que se hace, la mejor teoría del régimen es “Cómo vaya viniendo, vamos viendo”. No queremos pecar de profetas del desastre, pero no queda más nada qué esperar. Las cadenas anunciando la más grande ley que resolverá la problemática venezolana y escucharemos al son de las palmas así, así es que se desgobierna.
Rafael Ruiz.
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Medida electorera
La reforma a ley del trabajo, como pasó con la ley de arrendamiento, es una medida populista. La actual ley del trabajo, no está mal hecha, lo que pasó es que, el gobierno, está buscando el apoyo perdido en medio del sector trabajador.
Asdrúbal Eduardo Caldera
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La trascendencia de una ley desconocida
Los trabajadores de este país, sentimos que andamos en un autobús, que lejos de ir hacía el progreso, vamos encaminado hacia un despeñadero, sin saber lo que nos espera abajo.
No conocer la ley que nos amparará a partir de este primero de mayo es una injusticia, no podemos dejarle el futuro de nuestras condiciones laborales a la potestad de un solo hombre, que en su poder supremo (casi divino) decide el destino de todos los que trabajamos para este país.
Temas tan delicados como las prestaciones sociales, nuestras vacaciones y, además, la jornada laboral, no pueden quedarse a la voluntad de la fe de una persona, más si sus intenciones están entre dicho. De cualquier forma, chillemos, pataleemos, o formemos un berrinche, nada podremos hacer para evitar lo inevitable, Chávez promulgará una ley del trabajo que nos condicionará hasta que dure su mandato, esperando que esté sea breve.
Carmelo Guillen
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El jefe busca un nuevo traje
A mi no me quedan dudas de que, la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo impulsada por el Presidente de la República, es la búsqueda (no sé si desesperada) de votos que lo ayuden a ganar las elecciones venideras; es una joya que querrá guardar hasta último momento, no queda duda que las leyes contenidas dentro de este escrito, beneficiarán enormemente a los trabajadores, quienes conforman la mayor masa de población venezolana. Lo que no ha pensado el mandamás, es que en este delicado equilibrio de las condiciones entre patrono y empleado, las condiciones no pueden decantarse desproporcionadamente hacia un lado o el otro. En el caso que se incline hacia los trabajadores, casi un hecho que será así, las empresas que medianamente funcionen bien no podrá llevar el peso de las leyes impuestas, por lo que estas cerrarán o se irán del país; entonces, el empleado se quedará sin empleador, y de que servirá una ley que, a excepción de las empresas del Estado, será letra muerta.
Rafael Torres
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Próximo Tema:
Ex magistrado Aponte Aponte
En relación a las declaraciones hechas por el ex magistrado Eladio Aponte Aponte, sobre los casos de corrupción y narcotráfico en los diferentes niveles del poder del Estado venezolano, deseamos saber, ¿qué debe hacer el poder judicial?, ¿debe investigar las acusaciones hechas?
Envíenos sus opiniones a [email protected], antes del viernes 4 de mayo y serán publicadas el lunes próximo 7 de mayo en la página 2 del primer cuerpo, en la Página de los Lectores.