En medio de la crisis política más fuerte de su gestión —de apenas medio año— el presidente peruano Pedro Castillo anunció el viernes que renovará su gabinete por cuarta vez, lo que implica que debe renunciar su primer ministro Héctor Valer, denunciado por golpear a su esposa e hija.
Castillo dijo en un mensaje desde el palacio presidencial que la “recomposición” de su equipo se caracterizará por la “apertura” a todas las fuerzas políticas. Añadió que tomó la decisión luego de que el Congreso “expresó su negativa” de reunirse el sábado para otorgar o negar el respaldo al gabinete de Valer, un acto de control político necesario para que el gabinete siga ejerciendo.
En el día de su cumpleaños número 63, Valer batió un récord en la historia reciente de Perú. Se convirtió en el primer ministro con menos duración en el cargo de los últimos 42 años: sólo tres días. No ha declarado tras el anuncio presidencial.
Según Castillo, el último quinquenio Perú vivió “un enfrentamiento inútil” entre los poderes del Estado y por eso hubo cuatro presidentes y un congreso disuelto en 2019. “Los ciudadanos no quieren ver anuncios de vacancia (presidencial), ni de cierre del Congreso», indicó.
El rechazo al primer ministro llegó por la tarde cuando medio centenar de activistas feministas protestaron frente al Ministerio de la Mujer y pidieron su renuncia. “No solamente es un violentador, sino es una persona que no recoge los intereses de los pueblos, las propuestas que nosotros propusimos cuando votamos por Pedro Castillo”, dijo Rocío Silva, una exlegisladora izquierdista.
Pese a ser una marcha pequeña, se trató de la primera protesta contra Castillo por parte de personas que aseguraron que votaron por él. Llevaban carteles con frases que decían “fuera machista, fuera corrupto, traición no pasará”.
La indignación ocurre durante el “peor desastre” ecológico que ha sufrido la capital en los últimos tiempos, según lo llamó el mismo gobierno, tras un derrame a mediados de enero en el Pacífico de 11.900 barriles de petróleo frente a una refinería de Repsol y en medio de una tercera ola de contagios por el nuevo coronavirus que ha provocado desde 2020 más de 206.000 muertos.
En medio del desastre, Castillo cambió al ministro del Ambiente y nombró a Wilber Supo, un bachiller en geografía cuya única experiencia era el de profesor de una escuela local, como Castillo.
“Ha recogido lo peor que ha tenido”, dijo la legisladora Rosangela Barbarán, del partido Fuerza Popular que lidera Keiko Fujimori, derrotada por Castillo en los últimos comicios presidenciales y quien aseguró que hubo un fraude electoral atribuido a Castillo que la fiscalía archivó por falta de pruebas.
El jueves Valer atizó el fantasma sobre una posible disolución del Congreso -como ocurrió en 2019-, cuando en conferencia de prensa dijo que si los legisladores no le otorgan el voto de confianza a su equipo ministerial sólo tendrán una oportunidad más para censurar a un próximo gabinete y luego se arriesgarían a ser disueltos por el mandatario.
“Habrán perdido la primera bala de plata en el Congreso para luego el presidente utilizar la bala de oro que es la disolución del Congreso”, dijo el primer ministro, el tercero en seis meses de gobierno.
Según la ley, si el Parlamento censura a dos gabinetes el presidente puede disolver el Congreso.
El primer ministro es cuestionado porque su esposa e hija lo denunciaron por golpearlas en 2016. En dos denuncias policiales ambas mujeres dijeron que Valer las había agredido con patadas en la cara, golpe de puño y jalándoles el cabello.
Valer incluso pidió que le realicen un examen psicológico en público para comprobar de que no era un agresor. El viernes las portadas de casi todos los periódicos mostraban su rostro adusto con bigotes y titulares que resaltaban su carácter ligado a la violencia.
En 2017 la jueza Roxana Palacios ordenó medidas de protección para la esposa de Valer y le prohibió al actual primer ministro conductas que constituyan “violencia o acoso” contra su esposa “bajo apercibimiento de ser denunciado por el delito de resistencia a la autoridad”.
El primer ministro negó la víspera haber golpeado a su esposa e hija pero la jueza indicó en su resolución que existen “indicadores de maltrato corporal” sobre la esposa de Valer provenientes de un certificado médico legal que se le realizó a la agraviada el 22 de octubre de 2016, de acuerdo con la resolución judicial publicada por el diario El Comercio.
La esposa de Valer falleció el 5 de octubre de 2021, según consta en el diario oficial de debates del Parlamento cuando se pidió el 6 de octubre guardar un minuto de silencio en su memoria. No se conocen los motivos de su fallecimiento.
El ministro de Defensa, José Gavidia, también tiene una denuncia policial por violencia psicológica contra su esposa en 2021. “Los temas personales realmente son personales”, dijo Gavidia cuando opinó sobre las denuncias acerca de Valer. “Yo tengo un tema muy personal, probablemente se tienen algunas interrogaciones”, añadió.
Castillo no dijo una sola palabra sobre la violencia familiar de Valer, pero indicó que los grandes retos de Perú incluyen la lucha contra la violencia a la mujer «que todos debemos llevar adelante».
