Dos ataques de separatistas contra puestos militares paquistaníes en la provincia de Baluchistán, en el suroeste del país, desencadenaron tiroteos intensos que duraron horas y dejaron siete soldados y 13 milicianos muertos, informaron las autoridades este jueves.
Un grupo separatista formado recientemente, el llamado Ejército Nacionalista de Baluchistán, se responsabilizó de los ataques el miércoles por la noche en una publicación en Twitter.
En uno de los atentados, cuatro soldados y nueve milicianos murieron cuando los agresores asaltaron un campamento de seguridad en el remoto distrito de Naushki en Baluchistán el miércoles por la noche. El otro ataque, en un puesto de seguridad en el área de Panjgur de la provincia, mató a tres soldados y cuatro extremistas, informó el grupo.
El ministro del Interior de Pakistán, Sheikh Rashid Ahmed, dijo que los ataques fueron repelidos con éxito. El ejército dijo el jueves que un total de 13 asaltantes fueron abatidos fatalmente.
El jueves se impuso un toque de queda en Panjgur, ante la sospecha de que algunos de los atacantes huyeron a un bazar cercano.
El ejército dijo que junto con los siete “soldados mártires”, otros cuatro resultaron heridos. Agregó que todavía se estaba realizando una operación de “limpieza” en Panjgur y que la inteligencia indicaba que los atacantes tenían ayudantes en dos países vecinos, India y Afganistán.
El ejército no proporcionó pruebas, pero Islamabad acusa a Nueva Delhi de apoyar a los separatistas baluchis. Los dos países han tenido relaciones amargas y han librado tres guerras.
Separatistas y milicianos han llevado a cabo ataques en Baluchistán en los últimos años. La semana pasada, los extremistas mataron a 10 soldados en un ataque a un puesto de seguridad allí.
Los separatistas quieren independizarse del gobierno central en Islamabad. Las autoridades dicen que han sofocado la insurgencia, pero la violencia en Baluchistán ha persistido.
