Durante el primer trimestre de 2022, las alzas de precios en el país saldrán del rango de la hiperinflación, fenómeno que desde finales de 2017 pulverizó el ingreso de los venezolanos y destruyó los bolívares circulantes como instrumento de intercambio predominante.
Pero ello no significa que los costos de los bienes y servicios hayan retomado el curso de una economía sana y estable. Los incrementos mensuales de los alimentos se mantienen entre los más elevados de la región y del mundo.
Según el último reporte del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) se ubicó en diciembre en Bs 2 mil 024,71 ($431,71), lo que significa un aumento de 6,5% respecto al mes anterior.
La agrupación de 60 productos que debería consumir una familia de cinco integrantes, experimentó a lo largo de todo el 2021 un incremento acumulado en bolívares de 525,8%, cifra muy inferior a lo reportado en 2020, cuando la cesta básica de alimentos se disparó 2.021% en 12 meses.
Luego de cuatro años de hiperinflación –y si no se hubiesen eliminado los 11 ceros al bolívar en las reconversiones de los años 2018 y 2021–, la cesta familiar estaría rondando los Bs.202,47 billones, cifra con la que se habrían podido comprar 12,2 millones de canastas alimentarias de diciembre de 2017 (en aquel momento, el conjunto de productos se ubicaba en Bs 16,50 millones).
Otro indicador de cómo la agresiva espiral inflacionaria ha destruido el poder de compra de los trabajadores es la cantidad de salarios básicos que se requieren para adquirir el conjunto de alimentos. En diciembre de 2017, se necesitaban 93 remuneraciones básicas –en aquel entonces alcanzaba los Bs 177 mil 507,44–, para comprar una Canasta Alimentaria, mientras, en la actualidad se deben desembolsar más de 289 salarios mínimos –de Bs 7– para la adquisición de los mismos insumos que las componen.
Incrementos en divisas
Otro de los aspectos significativos registrados el año pasado es el aumento del precio en dólares de los alimentos, uno de los problemas a los que deberán hacer frente los consumidores en 2022.
Al poner la lupa en la evolución de la Canasta durante 2021, se encuentra que la variación anualizada de los costos en divisas de los productos de consumo fue de 46,78 % entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021 (la cesta pasó de $294,11 en el último mes del 2020 a $431,71 al final del año pasado, esto es un alza de $137,6).
El comportamiento de los costos en divisas también ha sido estudiado por otros organismos estadísticos, como el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF). Según esta instancia, la Canasta Alimentaria alcanzó en diciembre de 2021 los $370; con ello, un salario mínimo oficial apenas pudo cubrir 0,60% de su valor.
Si se toma en cuenta que en diciembre del 2020 esta instancia reportó que costear la agrupación de alimentos requería un desembolso de $246,69, se tiene que el incremento en moneda extranjera en 12 meses fue, en este caso, de $123,31 (49,98%).
La consultora Ecoanalítica ha señalado que el presente año se intensificará la llamada “inflación en dólares”. La firma apunta que un producto que costaba $100 en 2018, llegó a $330 entre octubre y noviembre pasado. Para 2022 se prevé un incremento de precios en moneda extranjera, mientras la cotización de la divisa esté controlada por debajo de su precio real.
¿Los alimentos más caros de la región?
Ingerzon Freites, economista, analista y miembro del Observatorio Venezolano de la Realidad Económica (OVRE), advierte que al comparar el precio de la Canasta Alimentaria de Venezuela con el existente en el resto de los países de la región, hay que evaluar distintos criterios para concluir en cuál de ellos esta es más costosa.
Freites señala que si se toma en cuenta el valor en dólares en términos absolutos, Venezuela estaría en el medio de la banda (entre los más altos y los más bajos de los países), según distintos estudios del OVRE.
“Por ejemplo, tenemos que el costo de la Canasta Alimentaria en Perú alcanza los $191 dólares y en Colombia es de $125, pero también tenemos un precio máximo como en Ecuador, donde es de $715. Venezuela se encuentra en el medio de estos valores; es decir, en $370 –o un poco más– según los distintos organismos de medición”, apunta Freites a El Tiempo.
Sin embargo, cuando este monto se analiza con mayor profundidad y se toman en cuenta otras variables como el salario mínimo, efectivamente Venezuela se ubica en el primer lugar de los países en los que a los trabajadores les cuesta más acceder a la canasta de alimentos.
“En el caso de Argentina sólo se necesitan dos salarios mínimos para comprar la canasta, y en el caso de Colombia, con el 30% del salario mínimo una persona puede adquirirla. En este sentido, la canasta más cara de la región es la de Venezuela, tomando en cuenta que los ingresos de los venezolanos (con un sueldo básico de Bs 7) están muy por debajo de los salarios de la región”.
El economista y profesor universitario Luis Crespo señala que, adicionalmente, producir alimentos en el país es mucho más costoso que en otras naciones de la región y del mundo, debido a la hiperinflación y la logística de las operaciones industriales y comerciales.
“Operar en la economía venezolana hoy en día implica tener costos distintos a los vistos en economías con otras realidades, donde hay mayor estabilidad en niveles de precios, acceso al crédito, mayor disciplina fiscal y monetaria y mejores condiciones, términos de logística y servicio. Operar en la Venezuela de hoy significa tener más limitaciones y múltiples problemas. Y aunque pareciera que salimos de la hiperinflación, nos mantenemos aún en niveles muy altos. Yo soy de los economistas que creen que estamos todavía en hiperinflación”.
Desaceleración con precios altos
El OVF también calculó la tasa de inflación general, situando el alza en 6,0% en diciembre pasado. Según el organismo, durante todo el 2021 se observó una importante desaceleración del ritmo inflacionario de los bienes y servicios, toda vez que este pasó de 3.713% en 2020 a 660% en 2021.
De acuerdo con el OVF, existen tres factores que explican el comportamiento de los precios en los pasados 12 meses. En primer lugar, la reducción del gasto fiscal real asociado al pago de las remuneraciones de los empleados y pensionados del sector públicos y otras erogaciones, como los gastos de inversión. “En particular, la capacidad adquisitiva de los salarios de los empleados públicos ha sido reducida a mucho menos del mínimo vital”, apunta la instancia en su informe mensual.
En segundo lugar y con énfasis durante el segundo semestre de 2021, el BCV ejecutó una política agresiva de intervenciones en el mercado cambiario con el objeto de estabilizar la cotización de la moneda extranjera. El máximo organismo emisor vendió de forma agresiva dólares de las reservas internacionales, buscando que, al haber mayor oferta de divisas, el precio se mantuviera controlado.
“El precio del dólar aumento durante el año en 280% –menos de la mitad de la tasa de inflación observada–, con lo cual se está acumulando un atraso cambiario significativo que hace muy baratas las importaciones y muy cara la producción nacional. Como resultado de esa política, el BCV perdió reservas internaciones por $520 millones”.
El tercer factor que incidió en la desaceleración inflacionaria fue la política de elevados encajes bancarios (85%), que limita la circulación de bolívares y reduce la liquidez.
Ángel Alvarado economista e integrante del OVF, señaló que de acuerdo con esta instancia aún quedan un par de meses para salir de la hiperinflación, aunque según el BCV, ya el país ha dejado atrás esta condición. Según los expertos, deben transcurrir 12 meses con cifras de inflación por debajo de 50% para declarar superada esta amenaza. A pesar de ello, Alvarado subrayó que “muy probablemente, Venezuela seguirá teniendo en 2022 la inflación más alta del mundo”. “Sería un milagro que en el 2022 la inflación venezolana pasara de los tres a los dos dígitos”, apuntó días atrás.
Agregó que, aunque el tipo de cambio se ha mantenido estable –alrededor de los Bs. 4,50–, los precios siguen subiendo hasta 10% mensualmente. “Venezuela es el país más caro del mundo en este momento. Incluso, más caro que Noruega, Suecia y Suiza, los cuales han sido históricamente los más costosos del planeta”, indicó.
EL BCV apuntó recientemente que la inflación anualizada de diciembre fue de 686,4%, similar a la reportada por el OVF.
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