Este 23 de enero se cumplen 64 años de un hito histórico para los venezolanos, un hecho que significó el fin de la tiranía y el comienzo de la democracia en el país. Aquella cruel dictadura se alzaba como una pared de concreto imposible de romper, pero el pueblo cansado del yugo de Marco Pérez Jiménez decidió tomar las calles y derrumbar a ese régimen que tanto dolor y sufrimiento causó entre los venezolanos.
Ningún reto es demasiado grande para los venezolanos, eso nos dejó aquel 23 de enero de 1958, quienes estamos llenos de un profundo sentimiento republicano y democrático. En cada uno de los grandes momentos de nuestra historia, desde 1811 hasta la actualidad, hemos actuado siempre en búsqueda de la construcción de la República, porque sabemos que este es el verdadero camino para hacer de Venezuela una tierra de progreso social y desarrollo para todos.
Repasar y analizar los hechos del 23 de enero de 1958 nos puede ayudar a comprender mejor la situación que enfrentamos en la actualidad y de esta forma encontrar una salida a la crisis que vivimos. Necesitamos más que nunca que los venezolanos, al igual que en aquel lejano 1958, volvamos a ejercer nuestro papel cívico para enfrentar al régimen y lograr reconstruir a Venezuela. Hoy que volvemos a enfrentar a la tiranía no debemos olvidar que ya hemos triunfado en el pasado y podemos volver a triunfar en el futuro.
En este difícil momento, en el que enfrentamos una nueva tiranía que se niega a dejar el poder, los venezolanos tenemos un rol importante que jugar en la disputada política nacional. Debemos apuntar al rescate del voto como herramienta de cambio para lograr el desarrollo y progreso de la nación. Solo el voto nos permite a los ciudadanos demostrar nuestros deseos, a la vez que nos da la oportunidad de llegar a consensos sobre el futuro del país. Votar es ejercer la ciudadanía de una manera segura, directa y republicana.
Hay que aspirar a la construcción de una unidad eficiente y sólida para que sea posible llegar con fuerzas y esperanzas a las siguientes elecciones presidenciales. Este es el verdadero camino que seguir para salir de la crisis actual. No hay fórmulas mágicas ni respuestas inmediatas, solo queda trabajar para recuperar el voto.
Hace 64 años parecía que la tiranía duraría eternamente y que ese régimen opresivo había logrado doblegar a las fuerzas republicanas y democráticas del país, pero los venezolanos de ese tiempo demostraron que no existe ningún régimen capaz de triunfar por sobre la ciudadanía organizada y unida. Hoy nos toca volver a demostrar que sin importar cuanto se esfuercen los tiranos, Venezuela es capaz de romper las cadenas de la opresión. Al igual que nuestros padres y abuelos salieron victoriosos en 1958, nosotros también lograremos hacer República.
Stalin González