Es triste admitir que Venezuela pasó de ser un modelo democrático ejemplar para el resto del continente y con una de las mejores economías de la región, a ser un país gobernado por corruptos que han secuestrado todos los poderes. Los venezolanos merecemos vivir en un mejor país, donde gocemos de calidad de vida, se respeten nuestros derechos y se garanticen oportunidades de progreso social para todos.
Venezuela necesita más que nunca un cambio de modelo político que permita la reconstrucción del país, el entendimiento entre las partes y el debate de ideas para encontrar las mejores soluciones a los problemas que atravesamos. Para lograr ese cambio, es necesario que las fuerzas democráticas cuenten con la madurez política para aprender de los errores cometidos en el pasado y poder rectificar el camino. Es urgente poner los intereses de la nación por encima de los intereses particulares.
Todo esto será posible si construimos una oposición que sea responsable, con objetivos claros y con una visión amplia, que incluya a todos los venezolanos afectados por las malas políticas del régimen. Somos una amplia mayoría que deseamos y necesitamos un nuevo modelo para el país, pero debemos entender que la mejor manera de lograrlo es a través de consensos y una organización real, capaz de escuchar todas las voces democráticas que hacen vida aquí. El pueblo exige que dejemos nuestras diferencias a un lado en pro del cambio político.
Debemos darnos cuenta de que una visión sectaria y alejada de la realidad que vivimos solo traerá más decidía y nos distanciará de nuestra meta. El régimen siempre ha tratado de dividirnos porque temen lo que podemos lograr en una unidad y organización plena. Tenemos que dejar de lado los radicalismos y las supuestas soluciones mágicas que son imposibles de lograr.
Tampoco podemos confundirnos ni dejarnos engañar por aquellos que se atornillan al poder. Su estrategia consiste en quitarnos la esperanza y ocultar nuestros logros. Pero estamos seguros que un mejor país es posible, sin crisis, sin miedo, sin sufrimiento. Debemos ocupar todos los espacios para que esto sea posible.
Nuestro objetivo es acabar con el sufrimiento de los venezolanos, reconstruir el país y hacer de Venezuela nuevamente un ejemplo para la región. Seguiremos avanzando y ganando terreno hacia la libertad, la democracia, la institucionalidad y la soberanía. ¡Seguimos porque sí podemos!
Stalin González