De acuerdo con proyecciones preliminares para el año 2022, por primera vez en ocho años la mayoría de los analistas económicos proyectan un crecimiento, aunque moderado, del PIB, que en promedio alcanza el 5 %, revela el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, a través de su cuenta oficial en Twitter.
Advierte que esta proyección no puede considerarse cuantitativamente relevante, luego de haber perdido tres cuartas partes del PIB desde 2013, pero es cualitativamente fundamental pues comienza a generar un cambio de ambiente económico importantísimo para el sector privado.
Desde el punto de vista de los precios, asegura que la inflación es otra variable que proyecta en una tendencia favorable, la cual parece indicar que el país sale en 2022 de la hiperinflación, aunque manteniendo promedios muy superiores a la media internacional, agregando que la reducción de la inflación interna ayudará a reducir la sobrevaluación cambiaria, producida fundamentalmente por el diferencial entre inflación y devaluación. Esto indica que el crecimiento interno de precios en dólares comenzará también a amainar.
Estima que la administración Maduro consolidará en 2022 su estrategia de concentración de poder político, donde no se prevén cambios relevantes. Sin embargo, su acción económica estará presionada hacia la apertura (cambiaria, precios e inversión privada), a pesar de su aparente contradicción.
Advierte que el BCV intentará mantener vivo el Bolívar, en un esfuerzo con poca probabilidad de éxito luego de la masificación imparable del dólar en todo el país. Pero si impedirá que el dólar absorba el 100% de las transacciones comerciales y podrían estancarse en alrededor del 70% actual. Asimismo indica que los créditos en bolívares y dólares seguirán restringidos por encajes altos y restricciones a la bancarización plena del dólar en la banca local. Este es, junto a los problemas de infraestructura, uno de los principales limitantes al crecimiento futuro del aparato productivo
Por otra parte, señaló que no se espera en 2022 ninguna recuperación relevante ni un desarrollo real, pero si parece un punto de inflexión moderadamente para el sector privado (y su capacidad de operar) y los consumidores no enfrentarán desabastecimientos relevantes.
Sin embargo, indica que como es usual en la economía la demanda genera su propia oferta, por lo que pese a las restricciones al financiamiento, el mercado reaccionará con mecanismos de financiamiento no convencionales. Lamentablemente menos eficientes y más costosos, pero indispensables.