La devaluación de la moneda venezolana pesa sobre las cuentas de varias empresas estadounidenses de renombre, lo que pone en evidencia la importancia de las relaciones comerciales entre Caracas y Washington a pesar de las diferencias políticas.
La devaluación del bolívar, de casi 32% pasando de 4,30 a 6,30 unidades por dólar, entró en vigor el miércoles en medio de temores de un aumento generalizado de precios en un contexto de inflación ya elevada, pese a que el gobierno asegura que los precios se mantendrán estables.
Estados Unidos es el primer cliente petrolero de Venezuela y por lo tanto su primer socio comercial. A pesar de las diferencias políticas entre ambos países, las relaciones comerciales crecieron en los últimos años principalmente gracias al alza de los precios del crudo de la última década.
«Venezuela no fabrica nada, además de producir petróleo. Importan todo», afirma Win Thin, economista de Brown Brothers Harriman.
Esto lleva a que las multinacionales estadounidenses se vean ampliamente representadas en varios sectores venezolanos, como farmacia, energía, cosméticos e higiene.
Estas firmas no están en condiciones de aumentar su precio al ritmo de la inflación, que el gobierno estima para este año entre el 14% y 16%, especialmente porque los precios de algunos productos ya se encuentran al límite.
Por ello, al momento de consolidar sus cuentas, la devaluación del bolívar representa para las empresas menos dólares que antes.
Los analistas recuerdan que las multinacionales norteamericanas ya se vieron en el pasado afectadas por otras devaluaciones, como la del real brasileño y las monedas asiáticas en los años 1990, o del peso argentino a comienzo de la década del 2000.
David Gilmore, analista de FX Analytics, sostiene que la devaluación «golpea las cuentas una sola vez», pero destaca que «no hay muchas probabilidades de ver al bolívar apreciarse de nuevo».
«Se precisaría un cambio de régimen», subrayó. Venezuela vive una época de incertidumbre política desde diciembre, cuando el presidente Hugo Chávez viajó a Cuba para someterse a una operación contra el cáncer.
Para Win Thin, Venezuela deberá volver a devaluar su moneda: «la inflación permanece en torno al 20% y 25% y los valores del bolívar en el mercado negro ya se muestran más débiles».
Multinacionales de EEUU y Europa afectadas
El fabricante de productos de higiene y cosméticos Procter and Gamble (P&G) redujo el jueves sus previsiones de resultados anuales, para tener en cuenta la devaluación de la divisa venezolana.
En su ejercicio 2012-2013, P&G prevé asumir cargos extras entre 200 y 275 millones de dólares por esta razón, mientras que su competidor Colgate-Palmolive afirmó que la devaluación de la moneda venezolana le hará perder en torno a 120 millones de dólares después de impuestos durante el primer trimestre.
A su vez, el laboratorio farmacéutico Merck, los fabricantes automovilísticos Ford y GM, así como el grupo de cosméticos Avon ya esperan padecer la devaluación.
De su lado, el gigante español de las telecomunicaciones, Telefónica, anunció que la decisión del gobierno venezolano le supondrá pérdidas por unos 585 millones de dólares en 2012 y una disminución de activos de 1.000 millones a partir de este año.