Es propicia la ocasión cuando avanzamos al mes más bonito del año para hablar de temas que históricamente han mortificado y agobiado al ser humano. Que injustamente lo han hecho infeliz hasta angustiarlo hasta en el momento de estar muriendo y es el tema del INFIERNO.
«Hay doctrinas erróneas, como la de un infierno que arde eternamente y el lógico tormento sin fin de los pecadores, que, al presentar ideas exageradas y distorsionadas del carácter de Dios, han producido el mismo resultado en las mentes sensibles» Consejos de la Salud. Helen White. Y ese resultado ha sido, dar a conocer un DIOS cruel, iracundo y vengativo que no se corresponde con lo que de ÉL se muestra a través de su existencia desde la Génesis hasta el Apocalipsis.
Mis apreciados, a lo largo de toda la historia del planeta, el enemigo Dios y de la Salvación ha inducido a la humanidad que piense y crea que él es un Dios severo, cruel e intransigente. Y sino no nos alimentamos con la verdad verdadera que se encuentra en las SGARADAS ESCRITURAS. Estudiando con oración previa su Palabra,. conectando textos con otros textos y ubicándolos en su debido contexto. Sino hacemos como los Bereanos que cotejaban todo lo que les decían con las Santa Palabra, estamos seguros que el gran engañador los seguirá llevando por a senda del error y la angustia.
La palabra infierno proviene del latín infernum. Para millones de equivocados y esto incluye grandes personajes y universales organizaciones, el infierno es usualmente imaginado como un lugar subterráneo. Dentro del cristianismo y el Islam, es concebido tradicionalmente como un lugar de dolor y sufrimiento, representados por el fuego, para toda la eternidad, donde caen aquellos que han sido malos. Sin embargo, originariamente, la voz «infernum» designaba lo que queda situado ‘más abajo’ o ‘inferior’ al espectador”. Así pues, la palabra “infierno” originalmente no comunicó ninguna idea de calor o tormento, sino simplemente la de un lugar “más abajo” o “inferior”, de modo que su significado era muy similar al del scheol hebreo. Es interesante que incluso en la actualidad esta palabra significa, según la misma enciclopedia, “lugar subterráneo en que sienta la rueda y artificio con que se mueve la máquina de la tahona” La Nueva Enciclopedia Larousse (1981, vol. 5, pág. 5201)
Los hebreos decían, en forma figurada, que los muertos dormían en una región llamada sheol. Ojo, esta palabra ha sido traducida como sepulcro y transliterada como sheol en la Biblia RVR y no tiene ninguna relación con una situación permanente de torturas en un estado consciente. “El castigo de los pecadores era la muerte eterna que no era el infierno ni ningún sufrimiento de ultratumba, sino la ausencia de resurrección. “Las imágenes con las que la Sagrada Escritura nos presenta el infierno deben ser rectamente interpretadas. Ellas indican la completa frustración y vacuidad de una vida sin Dios. El infierno indica más que un lugar, la situación en la que llega a encontrarse quien libremente y definitivamente se aleja de Dios, fuente de vida y de alegría.» Juan pablo II 1999. ¿Cómo les parece?
Es decir, agregaríamos nosotros, no caer en lo inferior, no bajar de la norma divina. Quedarse arriba, con la obediencia y el sometimiento total a la palabra de Dios. Las frecuentes afirmaciones del Nuevo Testamento según las cuales Jesús resucitó de entre los muertos (Hch 3, 15; Rm 8, 11; 1 Co 15, 20) presuponen que, antes de la resurrección, permaneció 3 días en la morada de los muertos. Es el primer sentido que dio la predicación apostólica al descenso de Jesús a los infiernos. Entonces si, Jesús conoció la muerte como todos los hombres y obviamente según la Santa Biblia bajó al infierno. Seguiremos sobre el tema.
¡Hasta la semana que viene por la WEB Dios mediante!
William Amaro Gutiérrez
