Con 37.930 nuevos casos, Rusia reportó este lunes otro récord diario de contagios de coronavirus, mientras el presidente de ese país, Vladimir Putin, ha ordenado a los rusos que no acudan a trabajar entre el 30 de octubre y el 7 de noviembre, cuando la nación celebrará un feriado ampliado.
El equipo del gobierno de lucha contra el coronavirus contabilizó 37.930 casos confirmados en 24 horas, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia. También reportó 1.069 muertes adicionales por COVID-19 en el mismo periodo, algo menos que el récord de 1.075 alcanzado durante el fin de semana.
En algunas de las 85 regiones de Rusia donde la situación es especialmente grave, Putin indicó que el periodo no laboral comenzaría antes y duraría más allá del 7 de noviembre. Seis de ellas -Kursk, Nizhny Novgorod, Novgorod, Perm, Samara y Voronezh — comenzaron el periodo no laboral el lunes. Las tiendas de alimentación y farmacias podían permanecer abiertas.
El acceso a museos, teatros, salas de conciertos y otros recintos se limitaría a los que pudieran mostrar códigos digitales en sus celulares que probaran que se habían vacunado o pasado la enfermedad, una medida que se mantendría tras el 7 de noviembre.
Putin también indicó a las autoridades locales que ordenaran a los mayores de 60 años sin vacunar que se quedaran en casa y cerrasen los clubes nocturnos y otros recintos de ocio.
Las autoridades rusas confiaban en que el receso ayudara a limitar la expansión del virus al mantener a la gente fuera de oficinas y transporte público, donde las normas sobre mascarillas no se aplicaban con firmeza.
Rusia ha confirmado en total más de 8,2 millones de casos confirmados y 231.669 muertes, de lejos la cifra más alta de Europa y la quinta más alta del mundo, por detrás de Estados Unidos, Brasil, India y México.
El gobierno ha atribuido el último pico de contagios y muertes a la baja tasa de vacunación y al escaso seguimiento de las precauciones contra las infecciones. Sólo uno 45 millones de Rusia -en torno a un tercio de los 146 millones de personas- han completado su vacunación.
Rusia fue el primer país del mundo en autorizar una vacuna contra el coronavirus al lanzar Sputnik V en agosto de 2020 y tiene muchas reservas. Pero la campaña ha avanzado despacio, debido en parte a las señales contradictorias de las autoridades.