Una misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), acompañada por la exsenadora Piedad Córdoba, viajó este jueves a un lugar no determinado del suroeste de Colombia para recibir a dos policías secuestrados a fines de enero por la guerrilla comunista FARC.
La misión partió por tierra desde la ciudad de Cali, capital del departamento (provincia) del Valle del Cauca (suroeste), zona donde para facilitar la entrega se encuentran suspendidos temporalmente los operativos militares.
«Hacia el mediodía estaremos retornando a Cali» con los dos uniformados, previó Córdoba antes de partir hacia el lugar de la liberación en declaraciones telefónicas a la radio RCN de Bogotá.
La exsenadora, quien preside la ONG Colombianos y colombianas por la paz, se abstuvo de revelar el lugar donde las FARC entregarán a los dos patrulleros de la Policía, limitándose a señalar que será en un punto entre los departamentos del Cauca y Valle del Cauca.
La suspensión de las operaciones militares en esa zona, por orden del presidente Juan Maunel Santos, comenzó a las 18H00 locales (23H00 GMT) del miércoles y se mantendrá hasta las 06H00 locales del viernes (11H00 GMT).
Los policías Cristian Camilo Yate y Víctor González fueron secuestrados el 25 de enero en los municipios de Pradera y Palmira, en Valle del Cauca, por facciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más antigua de América Latina con 48 años de lucha armada y unos 8.000 combatientes.
La misión humanitaria espera que el sábado próximo en otra región colombiana aún por definir sea liberado el soldado Josué Álvarez, capturado en medio de combates el 30 de enero por las FARC en el departamento del Nariño (sur, fronterizo con Ecuador).
Las FARC adelantan desde noviembre pasado en Cuba diálogos de paz con el gobierno colombiano sin que medie un cese al fuego bilateral. Esas pláticas se encuentran en un receso desde el lunes y deben reanudarse el próximo 18 de febrero.
Entre el 20 de noviembre y el 20 de enero pasados las FARC realizaron una tregua unilateral como gesto de buena voluntad en el proceso de paz que busca poner fin a casi medio siglo de conflicto armado.
En febrero de 2012, las FARC habían anunciado su renuncia al secuestro extorsivo de civiles y liberaron a los últimos 10 policías y militares que tenían en su poder, quienes formaban parte de un grupo de hasta 60 rehenes detenidos por motivos políticos desde la década de 1990.
