Son aquellas lesiones de los nervios producidas a nivel de la región de las vértebras lumbares o sacras, esto es, a nivel de la cintura o la pelvis, y que se traducen en parálisis, dolor, trastornos en los esfínteres o en la función sexual, pues comprometen las raíces nerviosas que salen de la médula a nivel de las vértebras lumbar.
Estas pueden ser traumáticas, consecuencia de traumatismos severos o graves, lo que hace que su detección y tratamiento deban postergarse pues lo primordial en un paciente gravemente herido con compromiso de vida, debiéndose como es lógico privilegiar todo el esfuerzo médico en salvar aquella, como consecuencia su diagnóstico es tardío y su tratamiento se debe diferir, hasta tanto el paciente esté en condiciones de afrontar una cirugía importante.
Esta cirugía era impracticable y aún hoy la bibliografía mundial es muy escasa, esto era debido a varios factores: difícil diagnóstico de nivel de lesión, difícil valoración de la misma y difícil abordaje quirúrgico, que la hacía una cirugía de exploración. Hoy gracias a la tomografía computada, la resonancia magnética, los enormes avances de la neurofisiología clínica y el uso del microscopio quirúrgico la han hecho una cirugía accesible y fundamentalmente útil.
La lesión más común de los ramos terminales del plexo en el miembro inferior, es la del ciático, nervio responsable de que podamos levantar el pie, y es la que vemos con mayor frecuencia. Hasta no hace muchos años esta lesión era irreversible y los pacientes condenados a aparatos ortopédicos. Hoy no se concibe que un paciente tenga un pie colgando y camine golpeando el piso pues no lo puede levantar, o que deambule con una prótesis.
Puedes prevenir el daño o la reaparición del daño al nervio sacro, ejercitándote regularmente para mejorar, sobretodo, la salud física. Teniendo una buena postura cuando estás parado o sentado es vital para prevenir todo tipo de dolores en la espina dorsal, incluyendo la ciática. Seleccionar un colchón de alta calidad también ayudará porque éste soportará adecuadamente y alineará tu espina dorsal.
Foto: Archivo