Un equipo internacional de científicos ha descubierto, utilizando las mediciones del satélite Cryosat de la Agencia Espacial Europea (ESA), que la superficie de hielo registrado en el Ártico de los últimos seis veranos ha sido la menor en 30 años. En este sentido, los expertos han indicado que el nivel más bajo se alcanzó el pasado mes de septiembre cuando se registró una superficie de 3.610.000 kilómetros cuadrados.
Un equipo de científicos dirigido por el University College de Londres ha generado estimaciones, tanto de la cobertura como del volumen del hielo marino, a los largo de los últimos años y ha señalado que el hielo que cubre el Ártico ha disminuido en todas las estaciones del año.
Concretamente, Cryosat ha determinado que el volumen de hielo ha caído un 36 por ciento en otoño y un 9 por ciento en invierno, entre 2003 y 2012. Ante estas cifras, el equipo de científicos ha investigado estas pérdidas durante los inviernos de 2010-11 y 2011-12. Este estudio ha confirmado, por primera vez, que la disminución de la cobertura de hielo marino en la región polar se ha visto acompañada por una disminución sustancial en el volumen de hielo.
«Los datos revelan que el espesor del hielo marino ha desaparecido de una región al norte de Groenlandia, el archipiélago de Canadá y el noreste de Svalbard», ha explicado la autora del trabajo, publicado en ‘Geophysical Research Letters’, Katherine Giles.
El responsable de la misión Cryosat, Tommaso Parrinello, ha indicado que «otros satélites ya han mostrado caídas en el área cubierta por hielo marino del Ártico como el clima se ha calentado, pero CryoSat permite a los científicos estimar el volumen de hielo del mar, un indicador mucho más preciso de los cambios que están ocurriendo en el Ártico».
Para obtener estos datos, el radar de alta resolución de CryoSat envía pulsos de energía de microondas hacia el hielo. La energía rebota tanto en las secciones superiores de hielo como en el agua existente entre las grietas y la diferencia de nivel entre las dos superficies permite a los científicos calcular la altura de hielo sobre el agua y, como resultado, el volumen de la cubierta de hielo.
Aunque los investigadores dicen que dos años de datos de CryoSat no son indicativos de un cambio a largo plazo, los investigadores han especulado que el espesor del hielo y el volumen más bajo en el invierno de 2012, en comparación con el invierno de 2011, puede haber contribuido al récord de mínimos durante el otoño de 2012.
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