La nieve era lo que más disfrutaba Maggi y tristemente no llegaría viva al invierno para disfrutarla por última vez.
La perrita, de 11 años, moría de cáncer en los huesos y su vida solo se extendería por unos escasos días. Incluso sus dueños, quebrados por la situación, no querían que su amada mascota partiera sin haber disfrutado por última vez del invierno, su época favorita.
La comunidad, al tanto de la situación, se organizó para buscar a través de las redes sociales alguna máquina para hacer nieve.
Es allí cuando lograron contactar al director de la instalación del Centro de Hielo del Condado de Salt Lake, Estados Unidos. El buen hombre se ofreció a donarles un poco del hielo recolectado y de esta forma la comunidad logró llevar “nieve” al hogar de Maggie.
“Cuando sintió que estaba frío, se acostó y así se quedó el resto de la mañana”, dijo su dueño, Eli Saltzgaber, quien además contó que Maggie estuvo inquieta durante el día por el dolor de su cáncer, pero que pudo dormir tranquila al estar enciman de la nieve.
Luego de esto, la pareja llevó a Maggie al hospicio veterinario para despedirla por última vez.