Tres hombres fueron asesinados y otras cuatro personas resultaron heridas a tiros cuando en la madrugada de ayer, frente a la residencia de uno de ellos, estaban reunidos, tomando cervezas, en una calle de La Miel.
Los occisos fueron identificados como Adelis Antonio Paradas Boquillón, de 62 años, residenciado en la calle Tomás Sarmiento con calle Torrealba, donde desde los 14 años de edad atendía la bodega de su tío Alfonso Paradas; su primo hermano Simón Orlando Ríos Espinoza, conocido popularmente como El Pipiolo, de 59 años, obrero desde hacía un año del cementerio Metropolitano y con domicilio en la calle El Barbero con calle Torrealba; y José Lisandro García Sánchez, de 39 años, apodado El Chichero, porque se dedicaba precisamente a la elaboración y venta de chicha en un triciclo.
Dos de los heridos se encuentran recluidos en el hospital central Antonio María Pineda. Son: Jailher David Torrealba Pérez, de 18 años, estudiante, residenciado en la calle Tomás Sarmiento, quien sufrió una herida en la región lumbar con entrada y sin salida; y Juan Carlos Amaro, de 28 años, obrero, domiciliado en la calle 4 con vereda 18, de Cerritos Blancos, cuyas heridas son en la región lumbar con entrada y sin salida, y en la pierna izquierda.
De las otras dos personas lesionadas se logró saber que una es Mile Paradas, sobrina de Adelis Antonio Paradas Boquillón, quien también recibió un tiro en la pierna derecha; y Alfredo Sánchez, a quien un balazo le atravesó el pie derecho.
El suceso
Hacía pocos minutos que, dos cuadras antes del sitio del suceso, habían concluido las celebraciones del carnaval en esa población del municipio Simón Planas.
Era la 1 y 45 minutos de la madrugada cuando los vecinos oyeron el ruido ocasionado por los disparos.
No existe una versión oficial del caso, pero entre los vecinos se oyeron comentarios, según los cuales fueron dos motorizados los que llegaron al lugar y comenzaron a disparar contra el grupo de personas que estaban sentadas apoyadas en la pared del frente de la vivienda de Adelis Antonio Paradas Boquillón.
Otros dijeron que los asesinos bajaron de un auto Fiesta Power, color verde, cuyas placas no pudieron precisar.
Y una tercera versión sin confirmar dice que el atentado fue perpetrado por uno solo sujeto.
Se presume que el triple homicidio fue cometido durante una acción de venganza contra el hijo del comerciante, también de nombre Adelis, más conocido como Pelota, quien habría tenido problemas con un individuo hace algún tiempo.
La muerte de 3 inocentes
Jenny Vidal, quien era la esposa de José Lisandro García, con quien había procreado tres hijos -una hembra de 20, un varón de 11 y una niña de 5 años- manifestó que su marido había encontrado la muerte cuando pasó por el frente de la casa de su amigo Adelis y éste le invitó a compartir un rato y tomarse unas cervezas.
Desde hacía tres años se había mudado de Acarigua, estado Portuguesa, para La Miel, porque ya se había censado para conseguir una vivienda en la que esperaba residiera su familia.
Vivía alquilado en una casa, donde se levantaba a la una de la madrugada para preparar la chicha que denominaba El Sabor, utilizando para tal fin un reverbero, unas ollas y otros utensilios.
Su madre, Dilcia Sánchez, dijo que era el mayor de cuatro hijos y la última vez que lo vio fue el martes de la semana pasada cuando estuvo en Acarigua.
Después se enteró que había sido asaltado y le robaron hasta la cédula de identidad que cargaba en la cartera, motivo por el cual al ser levantado el cadáver era dado como desconocido.
Era un hombre muy trabajador y orgulloso de ser un abuelo muy joven, comentó.
Por otra parte, los vecinos de Adelis Antonio Paradas Boquillón estaban dentro de su residencia y en la acerca del frente, sentados y muy tristes, esperando la llegada del cadáver para el acto velatorio.
Contaron que este fue un hombre muy bueno, tratable y respetable, que nunca había tenido problemas con nadie. Era, aseguraron, amigo del pueblo.
Había tenido dos hijos con su pareja y procreado otros cuatro, extrañando la forma como fue asesinado.
De Simón Orlando Ríos Espinoza, soltero y sin descendencia, hijo de Vicenta Ríos, quien ayer fue sedada tras conocer el fatídico final del obrero, sus hermanas María y Nicolasa, y su hermano José Antonio, declararon que había salido a las diez de la mañana del lunes y no supieron más de él hasta las dos de la madrugada cuando conocieron la trágica noticia.
Lo único que hacía para divertirse, expresó María, era tomar sus cervecitas y aunque estuvo un tiempo siendo cristiano y dejó de beber, desde hace unos seis meses volvió a echarse los tragos; pero, era un hombre sano, que no tenía dificultades con nadie y siempre se mostraba amable y servicial.
Las tres personas que murieron son inocentes y no sabemos cómo fue que ocurrió este suceso, porque hay muchos rumores. Lo que sí esperamos es que haya justicia.
