El sucesor del papa Benedicto XVI, quien renunció este lunes inesperadamente por «falta de fuerzas», podría ser un latinoamericano y hablar español o portugués.
La elección del nuevo Papa, que deberá realizarse a mediados de marzo, según las normas del código canónico, está llena de incógnitas.
El peso de América Latina, de donde proviene uno de cada dos católicos en el mundo (unos 500 millones sobre 1.200 millones de creyentes) será pues determinante en la elección y debe reforzar las posibilidades de que el nuevo Papa sea oriundo de la tierra de donde son originarios la mayoría de los católicos.
Benedicto XVI al decidir dimitir a su cargo, envió un mensaje claro a la jerarquía de la Iglesia: «Hay que ceder el paso, que se vayan los viejos», sostiene el vaticanista Marco Politi.
El cardenal de Brasil y Argentina, João Braz de Aviz y Leonardo Sandri, respectivamente, al igual que el arzobispo de Sao Paulo Odilo Scherer, son los tres candidatos latinoamericanos que podrían ocupar el máximo cargo de la Iglesia Católica luego de que Benedicto XVI anunciara que deja el pontificado el próximo 28 de febrero por su “edad avanzada”.