El aguja blanca es un marlín que puede nadar en aguas con profundidades de hasta 150 metros, pero tiende a mantenerse en la superficie.
Se han encontrado agujas blancas cerca de bancos de arenas y cañones, pero no se limitan a esos lugares. Prefieren aquellos sitios con temperaturas superficiales cálidas superiores a 22 ° C.
Es de tamaño mediano con un pico redondo en sección transversal y claramente bifurcado. Su estructura corporal, alargada y estilizada, le permite nadar con bastante rapidez
Su hábitat común se encuentra en las aguas más cálidas del Atlántico, en el Golfo de México y el Mar Caribe, aunque algunos registros del mar Mediterráneo lo ubican por esa zona y suelen referirse a ellos como vagabundos.
Es un depredador ubicado en la parte superior de la cadena alimentaria y consumirá cualquier presa que puedan encontrar que sea manejable para su tamaño. Prefiere al pez volador, al pequeño atún y al calamar.
Generalmente se mantiene aislada, pero se asocia con otros depredadores para aumentar la eficiencia de la búsqueda de alimento.
También obtienen comida buceando en forma de V o U parábola a unos 200 m en busca de alimento que no esté en la superficie.
En 2007 se colocó a la especie “en peligro de extinción” y aunque población ya había decaído, especialistas indicaron que sus niveles eran fácilmente recuperables.
Pero, la pesca de aguja blanca es una organización multimillonaria en países desarrollados, y aunque existen restricciones para limitar el tamaño de los peces que se pueden capturar, expertos indican que el tiempo que pasa en el anzuelo, el manejo exterior, desenganche y liberación, agotan su energía hasta el 32%, afectando que pueda mantenerse a flote y aumentando el riesgo de muerte después de volver al agua en aproximadamente un 30 %