El presupuesto de la filosofía socrática, “Conócete a ti mismo” es una frase que se refiere a la importancia del autoconocimiento para el ser humano. Proverbial aforismo griego que atiende a la mirada o visión hacia el interior del hombre. Esto forma parte de la debida introspección.
Cada cual debe saber quién es y qué cosas es capaz de hacer o decir. Es trascendental que el hombre se conozca a sí mismo, para saber cuál es su personalidad, cuál es su figura y su fondo – lee en internet mis artículos figura y fondo –. Si para la vida cotidiana es propiamente ventajoso distinguir entre la figura y el fondo en la personalidad de aquellos con quienes nos relacionamos para saber a qué atenernos, ¿confiarías tú en alguien de tu figura y de tu fondo? La figura es la personalidad que dejamos ver y el fondo es la personalidad que ocultamos, y no muy pocas veces una domina a la otra encumbrándose. Donde la figura pasa a ser el fondo y viceversa.
Ahora bien, conociéndote tú y sabiendo tú quién eres y qué clase de persona eres. ¿Confiarías tú en alguien como tú? ¿Te gustas a ti mismo como persona? ¿Permitirías que alguien como tú se relacionara con tus hijos o con personas que tú amas o quieres? ¿Te gustaría que tus hijos y la gente por ti querida contrajeran matrimonio o tuvieran como padre o madre a alguien como tú? ¿Te crees una persona de fiar? ¿Tienes limpieza o pureza espiritual o hay un lado oscuro que domina y es tu esencia? ¿Cuánta honestidad e integridad caracterizan tu personalidad? ¿Sabiendo cuáles son tus virtudes y tus defectos, te gustaría tener a tu lado a alguien como tú que en cualquier momento hará contigo lo mismo que tú serías capaz de hacer a favor o en contra de él o de ella?
¿O te sabes poseedor de una personalidad anfitriona que mantiene una personalidad huésped que es retorcida, que distorsiona tus falsos encantos, que te deja en evidencia y que subyace en lo pérfido, en lo banal, en lo violento, en lo egoísta, en lo criminal, en lo delictual, en lo morboso y que dominan a tu personalidad anfitriona, pero el rechazo, la crítica social y hasta la hipocresía de otros tantos, al ver en ella reflejada la propia , la execran de lo moralmente aceptable, pero a veces no por convicción, sino por conveniencia?
¿Para cuáles fines te gustaría una persona como tú, con tus características y tus cualidades? ¿Para ir a la iglesia o para ejecutar crímenes camuflado en la persona que los demás respetan pero no lo harían si supieran quién eres?
En cuál de las siguientes opciones está encuadrada tu personalidad: 1.- ¿Reflejas tu personalidad, la das a conocer, la dejas en evidencia o la escondes por la que no es socialmente reprochable?, 2.- ¿te gustas como persona por ser mala gente, una persona deshonesta, incorrecta e indecente?, 3.- ¿Te gustas por ser una buena persona, honesta, íntegra, transparente por tu pureza, que no oculta dobleces, ni eres hipócrita, ni haces maquinaciones para manejar a la gente sin criterio a la que ordenas hacer cosas injustas?, 4.- ¿Minimizas a las demás personas y lo haces por actos propios o a través de otras?
¿Por todo lo descrito, se sentiría tranquila tu alma y tu espíritu si aquellos a los que amas se tuvieran que relacionar con alguien como tú? ¿Crees tener la bondad del creador del universo y amas a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo?
En fin, ¿causas maléficamente daño a otras personas o las respetas como hijos de Dios?, ¿te gustas como persona y confiarías en alguien como tú? ¿Se te prenderían las alarmas y todas las luces led ante una persona como tú? , ¿Al saberte quién eres o cuando te encuentras con alguien con tu personalidad se te enciende la baliza y te pones alerta o te sientes a gusto?
Crisanto Gregorio León