La presencia de menores de edad en las calles de Barquisimeto realizando distintos trabajos, con o sin la autorización de sus representantes, es una realidad notoria, la cual se ha intensificado durante los últimos años. Desde el punto de vista sociológico y psicológico, esta situación se presenta como un reflejo de los problemas que arrastra el país.
Ángel Izquierdo, sociólogo barquisimetano, mencionó a Elimpulso.com que en muchos casos, los niños y adolescentes realizan trabajos en las calles «estando escondidos de sus padres, porque reconocen que en sus hogares no cuentan con los recursos mínimos para sobrevivir». Asimismo, resaltó que «el Estado es responsable del incremento en los índices de pobreza y delincuencia«.
Por otra parte, destacó que muchos padres -con o sin conocimiento- aplican maltrato infantil a sus hijos, ya que «la ley estipula que la negligencia es una forma de agresión, es por eso que este tema también tiene que ver con la crianza y la educación en los núcleos familiares«.
Asimismo, Ander Jiménez, psicólogo barquisimetano, agregó que el trabajo prematuro, y, por obligación, por parte del menor, «podría generar consecuencias dentro del fenómeno de la delincuencia y las adicciones a las drogas«. Sin embargo, destacó que esto no se evidencia en todos los casos, ya que hay muchos menores que «deambulan o buscan qué hacer con el único objetivo de llevar un sustento a la casa».
Jiménez precisó que estas actividades en las calles por parte de los niños y adolescentes, las cuales no sean estudiar, jugar o desarrollarse sanamente, podrían significar «posibles traumas que se verán comprometidas en su adultez«.
El sociólogo Ángel Izquierdo aportó que los lugares que más frecuentan estos menores de edad para trabajar son las esquinas y avenidas donde hay semáforos, porque «reconocen que allí podrían trabajar, pero también podrían recibir recursos por lo visible del problema (…) por lo general los padres también se aprovechan de esta situación y llevan a los menores a estos lugares públicos para que sean vistos y ayudados por las personas con más recursos económicos».