El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó este viernes un decreto que ordena desclasificar documentos sobre el 11 de septiembre, en un gesto de apoyo a los familiares de víctimas que han demandado acceso a esos documentos con esperanzas de mostrar una implicación del gobierno saudí.
La orden le instruye al Departamento de Justicia y a otras agencias del poder ejecutivo que comiencen una revisión de desclasificación y requiere que los documentos desclasificados sean publicados en los próximos seis meses.
Aun así, el impacto de la orden ejecutiva y de cualquier nuevo documento que pudiera arrojar no estaba claro por el momento. Investigaciones previas han delineado vínculos entre ciudadanos saudíes y algunos de los secuestradores de los aviones, pero no han establecido que el gobierno saudí haya estado directamente involucrado.
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Una demanda presentada hace tiempo en un tribunal federal en Nueva York dice que funcionarios saudíes proveyeron un respaldo significativo a algunos de los secuestradores antes de los ataques y busca responsabilizar al reino. El gobierno saudí ha negado cualquier vínculo con los atentados.
El decreto, emitido poco más de una semana antes del vigésimo aniversario de los ataques, marca un momento significativo en el forcejeo de años entre el gobierno y las familias, sobre cuál podía ser publicada información clasificada sobre los días previos a los ataques.
El conflicto fue evidente el mes pasado, cuando unos 1.800 familiares, sobrevivientes y socorristas se opusieron a la participación de Biden en los eventos conmemorativos si los documentos seguían secretos.