El descubrimiento de carne de caballo en lasañas supuestamente elaboradas únicamente con carne de vacuno tomó este sábado una dimensión europea con un escándalo en el Reino Unido, recursos ante la justicia en Francia, mataderos sospechosos en Rumanía y amenazas de sanciones.
El grupo agroalimentario sueco Findus anunció, a través de su filial en Francia, que presentará una demanda contra persona desconocida, después del descubrimiento de carne de caballo en sus productos que debían estar elaborados solo con carne de vaca.
«Fuimos engañados», declaró France Matthieu Lambeaux, director general de Findus en un comunicado.
El descubrimiento de carne equina en lasañas supuestamente elaboradas con carne de vacuno provocó un escándalo en Reino Unido, donde los caballos son muy respetados y el consumo de su carne es un tabú, y supuso la retirada el viernes de los platos implicados en Francia, país de donde procedía la carne, y en Suecia.
Desde Londres Findus dijo que el fraude podría haber empezado en agosto de 2012 y que es poco probable que sea «accidental».
Las sospechas de Findus apuntan a Spanghero, el importador de carne establecido en el suroeste de Francia, que también anunció que demandará a su propio proveedor rumano.
«Compramos carne de vacuno ‘origen Europa’ y la revendimos. Si se trataba de caballo, nos querellaremos contra el proveedor rumano», declaró a la AFP Barthélémy Aguerre, presidente de Spanghero, que no proporcionó sin embargo el nombre del proveedor rumano.
El viernes por la noche, otro actor de esta compleja y larga cadena agroalimentaria, la empresa francesa Comigel, especializada en platos congelados y que también suministra desde 2011 «lasañas de vacuno» a Findus, indicó que la carne implicada en este escándalo procedía de Rumanía, via Spanghero.
Las lasañas afectadas se preparaban en Luxemburgo en una filial de Comigel.