“El autodenominado presidente obrero no ha acertado en la designación de un buen ministro de Educación, porque el anterior, Aristóbulo Istúriz, destrozó esa actividad y la nueva, Yelitza Santaella, terminará por acabarla en el país”.
Así lo expresó del profesor Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores en el estado Lara, quien deploró las declaraciones de la funcionaria y señaló que ha pedido a los educadores masculinos desempeñar diferentes oficios, como vender cambures, por ejemplo; y a las femeninas, a dedicarse a labores domésticas de cualquier índole, para complementar sus ingresos.
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“Una persona escogida para un cargo de la naturaleza que ocupa hoy Santaella tiene que ser profesional con méritos académicos, que pueda imprimirle valor. Importancia y trascendencia que tiene la educación, ya que esta es necesaria no sólo para la formación de docentes, sino para la transformación, el desarrollo y progreso del país”, refirió.
Arroyo indicó a Elimpulso.com que en el gremio hay suficientes profesionales que reúnen condiciones para ejercer ese cargo, pero, lamentablemente, Nicolás Maduro escoge a personas de su confianza, “aunque no tengan la más mínima preparación para el cargo vacante”.
“A excepción de Elías Jaua, que nada tenía que ver con el sector educativo, pero que valoraba la educación porque su madre fue maestra, todos los ministros del régimen lo que han hecho es acabando con la docencia y la nueva titular es el acabose”, destacó.
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“Al protestar tal designación, tenemos que remontarnos al 2001 cuando comenzó este proceso de desgaste de la educación por parte del régimen», manifestó el dirigente gremial.
“No ha sido posible que se apruebe el proyecto legislativo que presentamos para las leyes especiales y la ley para la educación superior, a fin de que Venezuela pudiera colocarse al nivel de los países donde la educación juega su rol más importante”.
Consideró el educador que la situación para los profesionales de la docencia empeorará, ya que si ahora más del cincuenta por ciento de los educadores han abandonado los planteles por los pésimos sueldos que perciben, será incalculable el número de los que quedan que también asistirán seguir ejerciendo sus funciones, porque la nueva ministra ha comenzado muy mal, ya que no sólo los desestimula, sino que los menosprecia y desconoce la importancia que tiene la educación para el país.
