Un paciente me dijo que tenía alergia a la leche, esto no tendría mayor importancia si no fuese porque la paciente que tenía justo después me dijo que tenía intolerancia a la leche. Creo que, con frecuencia, confundimos los términos “alergia e intolerancia” y por lo tanto los términos son diferentes.
Algunos alimentos pueden provocar reacciones adversas, pero no todas estas reacciones tienen que ser alergias. Solo un 10 % de la población, aproximadamente, presenta realmente algún tipo de alergia alimenticia.
Alergias: interviene el sistema inmunológico frente a un componente del alimento. Algunos de los síntomas más frecuentes son: urticaria, hinchazón de labios y párpados, vómitos, diarrea, asma. Un ejemplo puede ser la alergia al huevo.
Intolerancias: el organismo no puede asimilar correctamente un alimento o uno de sus componentes. No interviene el sistema inmune. Los síntomas más característicos son: náuseas, diarrea, dolor abdominal. Se pueden consumir pequeñas cantidades del alimento sin que se den síntomas. Uno de los ejemplos más característico es la intolerancia a la lactosa por déficit de la enzima que se encarga de digerirla (lactasa).
Las alergias y las intolerancias alimentarias se pueden diagnosticar. Existen distintos métodos, vamos a citar los dos que más se utilizan:
Pruebas cutáneas: se coloca sobre la piel extractos de determinados alimentos “sospechosos” de originar la reacción alérgica. Se pinchan o se escarifican en la piel para observar si hay reacciones de hinchazón.
Dietas basadas en la eliminación del alimento “sospechoso”: consiste en eliminar de la dieta el alimento o alimentos que consideramos que puede estar originando la reacción.
Una vez que conocemos el alimento que origina la alergia, la única forma de prevenirla es eliminando dicho alimento de la dieta. En caso de intolerancia puede ser suficiente con limitar el tamaño de las raciones que se consumen del alimento en cuestión, para evitar los síntomas.
Por último, nos enfocamos en leer el etiquetado de los alimentos. Por poner un ejemplo, existen productos que colocando en el etiquetado 100% natural contienen trazas de componentes causantes de muchas reacciones alérgicas (frutos secos). Por este motivo, principalmente las personas alérgicas tienen que poner especial atención a la hora de adquirir determinados productos.
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