Cargada de majestuosidad estuvo la misa celebrada a la imagen de la Divina Pastora, la cual se realizó la noche del miércoles en la parroquia San Jorge, en la urbanización El Obelisco, a cargo de Mor Timoteo Hikmat Beylouni, obispo exarca de los Siriacos Catholicos de Venezuela, con sede en la ciudad de Maracay, estado Aragua.
Luego de pedir a los cientos de feligreses aplausos a la Divina Pastora, en medio de cánticos de alabanzas ejecutados por los grupos Divina Misericordia, Soy de Cristo y Magnífica, el sacerdote invocó el Año de la Fe para decir que en el mundo actual hacen falta los valores que se ganan precisamente con esta manifestación sagrada.
Invitó a los cristianos a transformar sus palabras en verdaderas acciones y obras, y a mantener el mejor trato diario con los semejantes.
Acotó que el diablo anda suelto, pero triste porque las personas vencieron sus tentaciones al no quedarse en sus casas para acompañar a la Virgen María, madre de Jesús y bendita entre las mujeres, en la advocación de la Divina Pastora.
Señaló que la Excelsa Patrona desea que su pueblo estudie la Biblia y la palabra de Dios, “pero no como si leyera un libro, revista, novela o periódico, sino acompañada con la oración en el corazón y el padre celestial en nuestra presencia”.
Recordó que el año pasado la imagen de la Divina Pastora visitó la ciudad de Maracay, en medio de una increíble asistencia de creyentes a quienes logró conmover sus corazones hacia la fe en el Espíritu Santo.
Precisó que este año la sagrada imagen no repetirá la visita al estado Aragua, sin embargo, anunció que por el contrario, se elabora un proyecto para que sea la imagen de la Virgen del Valle la que venga a Barquisimeto, porque esta advocación también lleva a las personas al encuentro con Jesús.
Respecto a esta futura visita no precisó fecha.
Exhortó a todos los venezolanos a rescatar los valores cristianos para que disminuya la violencia en las comunidades.
Al respecto, aconsejó seguir el ejemplo de Jesús desarrollado en la tierra, que no fue otro sino hacer reinar la paz y el amor para desaparecer las angustias en esta sociedad, y renazca a la sana convivencia.
Por lo tanto, mencionó que el país requiere con urgencia portadores de luz.
Acotó que la misa no debe considerarse costumbre, porque se trata de una acción viva y de familia.